Las relaciones diplomáticas entre Argentina y el Reino Unido vuelven a verse impactadas por los intereses relacionados con las islas Malvinas/Falklands.
Esta vez, la fricción surgió por el comienzo de actividades de perforación de hidrocarburos, por parte de empresas británicas, en las aguas que rodean las islas.
clic Contexto: El potencial petrolero de las Malvinas/Falklands
La soberanía, cuestión que ocasionó una guerra entre ambas naciones en 1982, y lo que los medios llaman la "fiebre del oro negro" están en el centro de la nueva disputa. BBC Mundo presenta las dos posiciones.
Isla de Falklands, donde se está llevando a cabo la explotación de carburos.
El inicio de actividades de perforación de hidrocarburos en las islas Falklands/Malvinas recrudeció las tensiones entre el Reino Unido y Argentina, que en 1982 se enfrentaron militarmente por la soberanía del territorio.
Esa guerra concluyó con la derrota argentina y un saldo de 650 soldados argentinos y 270 militares británicos muertos.
El reclamo del país sudamericano por el archipiélago ubicado al sur del Océano Atlántico lleva más de 170 años y aún se mantiene.
En una nota enviada a la cancillería británica, el gobierno argentino expresó su "más enérgica protesta" por los planes de explotación.
"Argentina advierte nuevamente al Reino Unido sobre la ilegalidad y consecuencias de este nuevo acto unilateral, así como a todos los actores privados involucrados, que serán pasibles de futuras demandas judiciales en los máximos tribunales por la potencial exploración y explotación de recursos argentinos", le señaló una alta fuente de la cancillería argentina a BBC Mundo.
Esta semana el gobierno argentino también frenó un embarque de la empresa argentina Techint, por sostener que "el buque habría sido utilizado para el abastecimiento de insumos vinculados con las actividades de la industria petrolera promovidas ilegítimamente por el Reino Unido en las islas Malvinas".
Techint rechazó la acusación y negó haber enviado tubos petroleros con destino a las islas en disputa.
El canciller argentino, Jorge Taiana, señaló este jueves que Buenos Aires incluirá las denuncias por la explotación petrolera en la presentación que realizará en junio ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.
Argentina condena "acto unilateral" del Reino Unido.
Según la diplomacia argentina, fueron "acciones unilaterales británicas", como la autorización a llevar a cabo la explotación de hidrocarburos, las que llevaron a Buenos Aires a poner fin al acuerdo de colaboración que mantenían ambos países, desde 1995.
En marzo de 2007 el gobierno argentino dio por terminada la Declaración Conjunta argentino-británica que proponía una cooperación sobre “actividades costa afuera en el Atlántico sudoccidental”.
El gobierno británico lamentó la decisión argentina. En un comunicado lo consideró “un paso atrás” en la relación.
"Aunque ha habido poca actividad conjunta bajo ese acuerdo de 1995 (…) la declaración estaba diseñada a permitir la cooperación sobre asuntos prácticos de beneficio mutuo en la explotación de recursos de hidrocarburo", destacó la misiva oficial.
A fines de 2009 el Congreso argentino también sancionó una ley que le da a la sureña provincia de Tierra del Fuego jurisdicción sobre las islas del Atlántico Sur, entre ellas las Malvinas/Falklands, las Georgias y las Sandwich del Sur, disputadas con el Reino Unido.
El gobierno de Gordon Brown rechazó la nueva ley y envió a Argentina una nota de protesta para expresar su disconformidad.
Londres: legítimo explorar en las Falklands
Desire Petroleum contrató la plataforma petrolera Ocean Guardian.
Las operaciones de exploración y explotación de hidrocarburos en la cuenca norte del archipiélago de las Islas Falklands o Malvinas comienzan tras años de preparación y en medio de temores de una escalada de tensiones entre el Reino Unido y Argentina.
Contratada por la compañía británica Desire Petroleum, la plataforma petrolera Ocean Guardian inicia trabajos de exploración petrolera y gasífera que, de resultar exitosos, podrían transformar radicalmente la economía de las islas e incluso ocasionar lo que medios de prensa han bautizado como una "fiebre del oro negro".
Y, aunque las expectativas son altas y consultores de la industria de hidrocarburos sostienen que podría haber más de 3.000 millones de barriles de crudo bajo las aguas, Londres pide cautela.
Consultado por BBC Mundo, un portavoz del Ministerio británico de Relaciones Exteriores reconoció que "los hidrocarburos podrían jugar un papel significativo en lograr un mayor desarrollo económico sustentable en las islas", pero a la vez remarcó: "Debemos esperar los resultados de la exploración".
Del mismo modo, como dijo el periodista de la BBC Jon Cronin, geólogos que han trabajado en los últimos años en determinar el potencial de crudo de la zona han pedido no precipitarse a pesar de que en la industria petrolífera se ha venido especulando con que los isleños podrían llegar formar parte del club de "los más ricos del mundo".
La economía del archipiélago del Atlántico Sur de unos 3.000 habitantes, que llevó al Reino Unido y a Argentina a la guerra en 1982, cuenta con la pesca y la ganadería ovina como sus principales rubros.
"Legítimo"
El comienzo de las actividades a unos 160 kilómetros al norte del archipiélago ha generado nuevos cruces en la arena diplomática. Según Buenos Aires, las operaciones constituyen una violación del derecho internacional y podrían dar lugar a demandas judiciales en el futuro, como señalaron corresponsales de la BBC en Argentina.
Continuaremos reiterando nuestra posición de que no tenemos dudas acerca de nuestra soberanía sobre las Islas.
Cancillería británica
En respuesta, el vocero de la cancillería británica contactado por BBC Mundo expresó: "Como reaccionen los argentinos es algo que les compete a ellos. Estamos absolutamente claros de que se trata de un asunto legítimo en las aguas de las Islas Falklands".
La cancillería le confirmó a BBC Mundo que el 2 de febrero pasado, Buenos Aires llamó a consultas al Encargado de Negocios de la embajada británica, al que le entregó una carta de protesta.
"Continuaremos reiterando nuestra posición de que no tenemos dudas acerca de nuestra soberanía sobre las Islas Falklands y las áreas marítimas circundantes", agregó el portavoz británico.
A la vez reiteró que "Argentina es un socio importante para el Reino Unido. Tenemos una relación cercana y productiva en una gama de temas bilaterales y multilaterales, que incluyen la situación económica global (particularmente en el G20), los derechos humanos, el cambio climático" y otros.
En aguas británicas
Aunque la plataforma petrolera es contratada por la compañía Desire Petroleum, otras tres firmas británicas -Rockhopper, BHP Billiton y Falklands Oil and Gas- tienen contratos para efectuar exploraciones utilizando la Ocean Guardian.
La protección del ecosistema es asunto clave.
Según le dijo a BBC Mundo el vocero de la cancillería británica, el gobierno de las Falklands, en coordinación con las autoridades del Reino Unido, y las empresas comerciales involucradas en el proyecto, han estado trabajando para "asegurarse de que todas las perforaciones exploratorias se adhieran a los requerimientos internacionales establecidos para esas prácticas".
Además, de acuerdo con la misma fuente, "las compañías que están perforando bajo las aguas de las Islas Falklands tienen que cumplir con los mismos requerimientos medioambientales y otros requisitos igual que si estuvieran perforando bajo las aguas del Reino Unido".
Y es que, según sostiene Jon Cronin de la BBC, la protección del "impecable ecosistema" del archipiélago, en caso de que despeguen las actividades comerciales relacionadas con el crudo, constituye un aspecto clave que a ninguna de las partes le interesa descuidar.
Del lado Argentino.
Cristina Kirchner: "Vamos a seguir trabajando incansablemente por nuestros derechos en las islas Malvinas"
La Presidenta firmó un decreto que establece que "todo buque que transite entre la Argentina y el archipiélago deberá solicitar una autorización previa"; es por la exploración hidrocarburífera de empresas inglesas en la zona
Se recrudece la tensión bilateral con Gran Bretaña por la exploración hidrocarburífera en las Islas Malvinas. Hoy, la presidenta Cristina Kirchner firmó un decreto que establece que "todo buque que intente transitar entre puertos argentinos continentales y puertos de las islas, o atravesar los espacios marítimos hacia un puerto de las islas deberán solicitar autorización al gobierno argentino para hacerlo".
Por la tarde, en un acto en Merlo, la Presidenta hizo referencia al decreto. "Tiene que ver con algo muy caro de nuestra historia y nuestros derechos como es la cuestión de las islas Malvinas", sostuvo.
"Hay numerosas resoluciones de Naciones Unidas... resoluciones que dicen que ninguna de las partes puede tomar acciones unilaterales. Fueron desoídas sistemáticamente por el Reino Unido, que se niega a negociar", aseguró la mandataria.
"Es importante reafirmar no sólo nuestra denuncia imprescriptible en materia de soberanía, sino las cuestiones entre Gran Bretaña y nosotros. Por eso la decisión que todas las naves pidan autorización a la Argentina", explicó.
"La contribución a la paz se hace cumpliendo el derecho internacional. Vamos a seguir trabajando incansablemente por nuestros derechos en las islas Malvinas, por los derechos humanos", agregó Cristina Kirchner.
El anuncio. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, hizo público el decreto. "La decisión del Poder Ejecutivo es en defensa de los intereses argentinos", sostuvo.
Además, dijo que la administración nacional está obligada "a ir a un punto que garantice la defensa de la soberanía y de todos los recursos que pudieran existir en ella".
Fernández informó que "para llevar adelante esta estrategia se crea dentro de Jefatura de Gabinete una comisión integrada por Planificación, Justicia, Economía, Industria y Cancillería, que coordinará las acciones para implementar el presente decreto".
Ante la exploración de recursos hidrocarburíferos en Malvinas, el funcionario expresó que el gobierno nacional "ha insistido en todos los foros la necesidad de ajustarse al multilateralismo y a las resoluciones de la ONU".
Y agregó: "El Reino Unido ha mantenido su negativa a cumplir las resoluciones de la Asamblea General de la ONU en las que se reconoce la existencia de una cuestión de soberanía ante la que tiene que haber negociaciones. Ha incumplido la resolución de no innovar, manifestada en sucesivos episodios de la explotación de recursos naturales".
También recordó que el Gobierno ha protestado ante el Reino Unido, "como es de público conocimiento nuestra Constitución establece la legítima e imprescriptible soberanía sobre Malvinas".
Cuestionamientos. El diputado duhaldista Alfredo Atanasof, próximo presidente de la comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara baja, reforzó los cuestionamientos a Gran Bretaña por la explotación hidrocarburífera en las Malvinas.
"Asistimos a un capítulo más en cuanto a las pretensiones del Reino Unido de avanzar con medidas exclusivamente unilaterales en el área de la plataforma continental Argentina, desconociendo las sucesivas resoluciones de las Naciones Unidas en esa materia", planteó a través de un comunicado.
Niegan escalda bélica. Hace 10 días, la Argentina y Gran Bretaña protagonizaron una inusual escalada de tensión diplomática que incluyó, por primera vez en décadas, una discusión sobre la hipótesis de un nuevo conflicto bélico por las islas Malvinas.
El gobierno de Cristina Kirchner había reaccionado en duros términos ante una información de la prensa inglesa según la cual el primer ministro Gordon Brown estaba preocupado por la posibilidad de que la discusión por la búsqueda británica de petróleo en las aguas circundantes a las islas pudiera intensificarse y derivar "en un enfrentamiento militar".
Por medio de la Cancillería, la Argentina advirtió que en ningún momento se puso en consideración la hipótesis de un enfrentamiento armado tras el apoyo de Londres a la exploración hidrocarburífera por parte de empresas inglesas en el territorio marítimo bajo disputa de soberanía.
En el ministerio que conduce Jorge Taiana interpretaron que la información periodística, publicada por el diario Financial Times, surgía directamente desde el gobierno de Brown y calificaron esa hipótesis de "riesgoso mensaje de intimidación".
"No cabe en absoluto la hipótesis militar. El Reino Unido lo menciona sólo para encubrir la ilegalidad de sus actos y desviar la atención del hecho de que violentan lo dispuesto por la comunidad internacional al negarse a negociar la solución de la disputa de soberanía", había dicho una alta fuente del gobierno de Cristina Kirchner.
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