
El Gobierno de Evo Morales levantará en abril próximo la prohibición para las exportaciones bolivianas de azúcar, en coincidencia con el inicio de la zafra en el país, anunció hoy la ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo.
Lula da Silva y la Estabilidad de la Democracia Regional
Son múltiples las razones para preocuparse por la política interamericana de Luiz Inacio Lula da Silva que amenaza, de una u otra manera, la suerte de la genuina democracia interamericana. Sus vínculos sumamente especiales – tan especiales como sospechosos, por decir los menos – con la dictadura de Hugo Chávez en Venezuela, justifican una profunda preocupación a lo que hay que agregar, con inmensa alarma e indignación, los vínculos y los abrazos de Lula con los hermanos Castro, Fidel y Raúl.
El hecho de que en algunos aspectos aparece discrepando de Chávez con su socialismo del Siglo Veintiuno no le resta sentido a la preocupación indignante que gira alrededor de los vínculos que está desarrollando Lula con la tiranía que azota al pueblo cubano y con la dictadura que está emergiendo a pasos agigantados en Venezuela. Asimismo, las manifestaciones de cierta amistad de Lula con la Casa Blanca y el Departamento de Estado de los EE.UU. no le restan importancia a la alarma continental que hay en el campo democrático por sus actividades a favor de los comunistas en la región.
No hay que olvidar en modo alguno el hecho de que Lula es el padre del Foro de Sao Paulo en plena alianza con Fidel Castro – son dos los padres. Ese Foro de Sao Paulo lógicamente, históricamente, representa un movimiento comunista contra la solidaridad democrática interamericana. El gobierno de Washington ha decidido hacerse el “desentendido” con respecto a la política de Lula y, por el contrario, aprovecha cualquier oportunidad para manifestarle su “amistad”. Pero eso no significa en modo alguno que el gobierno de Lula no esté identificado con peligrosísimos aspectos del comunismo. Además, hay que recordar que fue un factor perturbador de la solidaridad americana y del Derecho Internacional de la región su actuación reciente en Tegucigalpa cuando la Embajada de Lula, la de Brasil, fue un bastión subversivo contra la estabilidad de la democracia hondureña, dándole desproporcionado asilo como agitador popular al ex presidente Manuel Zelaya.
El hecho de que Brasil sea una gran potencia por su tamaño y su riqueza, debe aumentar la preocupación continental frente a peligrosas actividades de Lula. La preocupación ha aumentado recientemente con el estrechamiento de vínculos de Brasilia con El Salvador, país en el cual está gravitando la influencia novedosa y fuerte del mencionado gobernante brasileño. En medio de todo, existe la esperanza fundada de que en la próxima elección gane la presidencia de Brasil una persona contraria a la política de Lula.