El oficialismo ya perdió
Por Rosendo Fraga Especial para lanacion.com
En la historia clásica se suele hablar de victoria a lo Pirro. Se trata de un jefe militar del Imperio Romano que logró vencer en una batalla pero que quedó tan debilitado tras la victoria, que finalmente perdió la campaña en la cual estaba empeñado.
Esto es lo que puede suceder ahora con el kirchnerismo. Es posible, aunque nada es seguro en estas circunstancias, que en las próximas horas un fallo de segunda instancia revoque el de la jueza Sarmiento que declaró inválidos los DNU con los cuales el Ejecutivo dispuso el uso de reservas para pagar deuda y destituyó a Martín Redrado como presidente del Banco Central.
También es posible que el juez Oyarbide, quien recibió la denuncia del Ejecutivo contra Redrado por incumplimiento de sus funciones como funcionario público. Sobre 12 jueces federales, es curioso que siempre por sorteo o derivación, haya recaído en éste juez causas como Skanska; los medicamentos adulterados y las obras sociales; los subsidios irregulares de la ONCCA; el avión de Jaime; las escuchas de la policía de Macri; el enriquecimiento ilícito del los Kirchner y ahora la realizada contra Redrado.
También es posible, aunque incierto, que el oficialismo logre mayoría en el Congreso para impedir que sesione en la segunda quincena de enero para analizar la validez de los dos DNU mencionados.
Pero aunque el oficialismo lograra finalmente mantener bajo control político tanto al Poder Legislativo como al Judicial, ya ha sido derrotado en lo institucional, en lo político e incluso en lo económico.
En el primero de estos tres planos, el mismo kirchnerismo se terminó generando la mayor crisis en seis años y medio de ejercicio del poder en el ámbito nacional. La destitución por decreto del presidente del Banco Central, no solo es una violación de las reglas de juego establecidas por ley, sino que también ha profundizado el enfrentamiento con los otros poderes.
En lo político, el oficialismo ha encontrado un límite. Martín Redrado ha mostrado que hoy es posible desafiar al poder y evitar doblegarse ante él. El impacto político ha sido tan grande, que su foto llegó a desplazar las de Sandro de la primera plana de los diarios. Además, la oposición encontró inesperadamente un hecho para recuperar protagonismo y lo aprovechó, comenzando por el vicepresidente Julio Cobos.
En lo económico, lo sucedido aumenta la incertidumbre. No sólo por la mencionada violación de las reglas de juego, sino también porque surge la posibilidad que la justicia de EEUU embargue las reservas argentinas a pedido de los bonistas, si éstas son utilizadas para pagar deuda. Si el Ejecutivo no puede usarlas para ello e incluso para cubrir gasto corriente, surge el interrogante sobre el financiamiento del mismo 2010.
El kirchnerismo no sólo calculó mal la personalidad de Redrado, también desconoció los cambios que el contexto político generó en el Congreso, en la justicia y, en última instancia, en la sociedad.
El autor es director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría
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