Cómo es la "nueva derecha"
que se prepara para gobernar en Chile
Es sensible a temas sociales y respetuosa de los derechos humanos. Busca un Estado más eficiente.
Es sensible a temas sociales y respetuosa de los derechos humanos. Busca un Estado más eficiente.
Primero, una aclaración: en Chile no hay eufemismos y la derecha no tiene reparos en llamarse a sí misma por su nombre, algo que la diferencia de sus pares en otros países. Por estos días, y pese a que no acostumbran a esconder su origen ideológico, medios, analistas políticos y curiosos insisten con hablar de la "nueva derecha", en sintonía con lo que se presenta como un inminente triunfo del empresario Sebastián Piñera, representante del ala moderada y liberal de la opositora Coalición por el Cambio.
Esta nueva derecha sería en principio sensible a cuestiones sociales y respetuosa de los derechos humanos, inclinaciones que suelen ser reclamadas como patrimonio de la Concertación, el matrimonio oficialista entre socialistas y democristianos que gobierna desde hace 20 años.Finalizada ya la campaña par el balotaje del domingo (desde las cero hora de hoy rige la veda), cabe preguntarse por las características de esa nueva derecha, cuando aún no se sabe con certeza si un eventual gobierno de Piñera contaría con figuras que actuaron durante la dictadura, pregunta incómoda para un candidato que necesita capturar votos de centro pero no puede darse el lujo de cerrar la puerta en la cara de sus socios ultraconservadores de la UDI."No se trata de un fenómeno nuevo sino de un cambio en la correlación de fuerzas dentro de la derecha. Luego de Pinochet, en la derecha prevaleció el pinochetismo por encima de sectores liberales. Piñera hace 20 años que busca llegar a presidente". La aclaración es de Ascanio Cavallo, académico y ensayista, autor de varios libros, entre ellos "La historia oculta del régimen". "El pasado está quedando atrás", dijo a este diario Ena Von Baer (36), cientista política y ex candidata a senadora por la derecha, quien asegura ser "profundamente democrática" y creer en la "libertad de las personas y en un Estado para todos". Para Juan Pablo Toro, director de El Mercurio de Valparaíso, lo que ha cambiado son los parámetros con los que se medía la política. "En esta elección estamos viendo la emergencia de una derecha liberal que se democratizó y se abrió -sobre todo Renovación Nacional, el partido de Piñera- y que está desplazando a la derecha conservadora de la UDI", dijo Toro a Clarín. Durante esta campaña, no hubo candidato que no elogiara los planes sociales de Michelle Bachelet, incluido Piñera, a quien, por su actividad empresarial, se lo acusa de tener una visión sustentada en el mercado. ¿No es una contradicción entonces tanto énfasis en lo social?"La derecha que gobernó con Pinochet desmanteló la red de protección social que luego la Concertación volvió a poner en marcha, sobre todo para sectores vulnerables", cuenta Cavallo. "La discusión por si debe haber más o menos Estado es obsoleta: debe haber un Estado eficiente que se ocupe de todos", busca explicar la ex candidata Von Baer.Piñera entonces aparece como un líder que apuesta por el cambio, que busca terminar con el anclaje en el pasado, pero que cuestiona los atropellos a los derechos humanos, alguien que quiere acabar con la discriminación por género o elección sexual y extender los planes de protección social. ¿Alguien que piensa así puede incluir funcionarios de la dictadura en su gobierno?
"Esta discusión nos ancla en el pasado", dice Von Baer, que pertenece a la UDI. "Sebastián Piñera fue superclaro: éste será es un gobierno del futuro, con recambio generacional. Pero también dijo que no es un delito haber participado en el gobierno de Pinochet", dijo a este diario."Lo cierto es que las primeras líneas de los que participaron en el régimen de Pinochet están jubilados o muertos, como el mismo Pinochet, de modo que ésa es una opción que no existe", analiza Cavallo. "Hay, sí, segundas o terceras líneas, pero es imposible hoy encontrar a equipos totalmente separados del pinochetismo", afirma. Lo que es clave, dijo el experto, es que asistimos a una suerte de pospinochetismo. "La fuerza pinochetista se ha debilitado y está al borde de la extinción, aunque nunca se extinguirá del todo, como el nazismo: siempre habrá gente que añore las dictaduras".
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