miércoles, 14 de octubre de 2009

DECRETO CHAVISTA - HABLAR EN CUBANO



Enésimo decreto: hablar cubano
Nueva frase del lexico venezocubano:
Cuba y Venezuela son como de un pajaro las dos alas.
En Venezuela viven 28.000 cooperantes cubanos de la misión Barrio Adentro. Y se esperan para finales de octubre 4.000 más; y 3.000 venezolanos estudiantes de Medicina en Cuba, según el ministro Rotandoro. Pero, cuántos cubanos enviados por Fidel viven en Venezuela?. Respuesta: "sabrá Dios", Fidel y el Innombrable. Esta avalancha de cooperantes cubanos en el sector salud debe preocuparnos, no tanto por la absurda tolerancia de la Federación Medica Venezolana, sino por "el idioma" o, mejor dicho, por los americanismos que utilizan los cubanos en su comunicación diaria. Por ejemplo, no es lo mismo decir niño en criollo que vejigo en cubano. O diarrea que chiflido o mujer multípara o paridora, que curiela. Y qué tal este otro: embalado, a la persona nerviosa o bajo efectos de drogas. Y este: fachao, muerto de hambre. Pero este otro seria el colmo para el médico o el enfermo venezolano: "la curiela está embalada porque el vejigo esta fachao y chiflido". Es como para una consulta urgente con el diccionario. Ante esta dialéctica tan "papiamentosa", nuestro sapientísimo gobierno debería de comenzar emitiendo el enésimo decreto para obligar a los venezolanos a estudiar o memorizar los americanismos de esos cooperantes cubanos pero, no únicamente en términos médicos o de salud, sino en cultura general, incluyendo la terminología política. De esa manera, se le puede decir "tu tío" al Innombrable, como a Fidel. O comecandela al comunista, o guanajo y guacamaco al tonto o pendejo; o cederista al miembro del comité de defensa de la revolución; o chavetear, cortar con cuchilla. Y entonces entenderemos cuando nos digan: "el tío va a chavetear al guanajo que no sea comecandela o cederista; perdón, del PSUV". Y a correr. Existen otros americanismos cubanos que son importantes. Por ejemplo, reyoya es el patriota que no pierde sus orígenes; ñao es miedo; fiñe es la persona infantil; farruco es impertinente; barretin es problema, y otros más. Por lo tanto, es bueno "estar mosca" cuando el Gobierno diga de la oposición: "no son reyoyas sino fiñes farrucos con ñao. Ese es su barretin". Si las cosas continúan de esa manera, los venezolanos cambiarán progresivamente su cultura por la cubana porque este gobierno comunista considera que todo lo de Cuba es "mejol", hasta las comidas. Por ejemplo, un desayuno a la cubana únicamente con chatino o sea un trozo de plátano verde machacado y frito, seria mejor que una pizca andina con arepa, café y queso ahumado. O un almuerzo con congrí o sea arroz con frijoles en Cuba, sería más adecuado "al proceso revolucionario" que un pabellón criollo venezolano. Pero, otro especto interesante de esa avalancha cubana, y sobre el cual no dicen "ni pío" los organismos oficiales, es sobre la fuga de cubanos hacia Colombia y el imperio, reportado por algunas Organizaciones No Gubernamentales en más de 1.000 deserciones hasta hoy. ¿Y eso qué significa? ¿Sería que a esos cooperantes no les gustó la "dolce vita" o las comidas ofrecidas por el Gobierno de este país? Respuesta: la libertad está primero. En pocas palabras, como este gobierno nos esta llevando lentamente a la cubanizacion, urge despertar a los venezolanos auténticos antes de que terminemos bailando guaguancó y alabando este desmadre del Innombrable con el cubanismo: "qué cosa ma' grande, caballero". Eso se llama "pa' que vos veáis", en Maracaibo.

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