Chile jugará la Copa del Mundo
por octava vez en su historia:
La Roja clasifica al Mundial tras un proceso sin parangónEl equipo nacional derrotó a domicilio a Colombia, avanzó a Sudáfrica y coronó la obra inconmensurable de Bielsa. La selección regresaba esta madrugada al país. Nicolás Olea Enviado especial a Medellín
"Vamos, vamos, vamos", gritaba Marcelo Bielsa, y gesticulaba con sus palmas al cielo para intentar sacudir al equipo chileno, que tuvo un comienzo de terror ayer en Medellín, cuando Arturo Vidal encajó un autogol tras una desinteligencia entre Claudio Bravo y Gary Medel.
Por única vez, el rosarino dejaba su pizarra y apelaba a la fibra anímica de los jugadores. Hasta ahí no alcanzaba con los gritos del DT, que una vez más tuvo la frialdad para meter mano en el equipo. El sacrificado fue Matías Fernández a la media hora...
En las proezas siempre hay héroes, y esta vez también magia. Jorge Valdivia, cuyo papel en el proceso no pasó del reparto, cambió la suerte del partido, de Bielsa y de Chile.
El "Mago" aplicó todo su repertorio: pausa, conducción y pases en profundidad. Los colombianos sólo atinaron a golpearlo.
Valdivia hizo jugar al equipo y fue capaz de llevar la pelota desde la zona defensiva hasta el área de David Ospina.
Hubo premio: empate de Waldo Ponce tras conectar con el hombro un tiro libre de Valdivia, y luego un cabezazo decidido de Humberto Suazo tras centro de Fabián Orellana, en jugada que craneó Valdivia.
En el complemento, el cuerpo técnico trató de ordenar el rancho, e incluyó a Ismael Fuentes, pero las ansiedades acumuladas por 11 años parecían brotar en la Roja después de que Moreno clavó el empate.
Valdivia, quien paciente hizo fila durante toda la eliminatoria, estaba empeñado en estampar su irreverencia en la historia del fútbol chileno. Y lo hizo a los 72', cuando definió con clase ante Ospina: 3-2, y boleto a Sudáfrica. El "10" tenía un último truco: inventó una dulzura de pase para el último gol de Orellana.
La obra de Bielsa fue reconocida por una ovación cerrada de todos los presentes en el Atanasio Girardot. El argentino enseñó a atacar en todos lados a un equipo que casi siempre en su bitácora añosa prefirió esperar. Un dato: ganó cinco partidos de visita en la eliminatoria.
La estación de Medellín consagró una ideología. La de Bielsa y una generación de jugadores que se rebeló a quedarse otra vez sin Mundial. El tren llegó a destino, con un conductor lleno de convicciones y el trapo rojo izado al tope.
"Vamos, vamos, vamos", gritaba Marcelo Bielsa, y gesticulaba con sus palmas al cielo para intentar sacudir al equipo chileno, que tuvo un comienzo de terror ayer en Medellín, cuando Arturo Vidal encajó un autogol tras una desinteligencia entre Claudio Bravo y Gary Medel.
Por única vez, el rosarino dejaba su pizarra y apelaba a la fibra anímica de los jugadores. Hasta ahí no alcanzaba con los gritos del DT, que una vez más tuvo la frialdad para meter mano en el equipo. El sacrificado fue Matías Fernández a la media hora...
En las proezas siempre hay héroes, y esta vez también magia. Jorge Valdivia, cuyo papel en el proceso no pasó del reparto, cambió la suerte del partido, de Bielsa y de Chile.
El "Mago" aplicó todo su repertorio: pausa, conducción y pases en profundidad. Los colombianos sólo atinaron a golpearlo.
Valdivia hizo jugar al equipo y fue capaz de llevar la pelota desde la zona defensiva hasta el área de David Ospina.
Hubo premio: empate de Waldo Ponce tras conectar con el hombro un tiro libre de Valdivia, y luego un cabezazo decidido de Humberto Suazo tras centro de Fabián Orellana, en jugada que craneó Valdivia.
En el complemento, el cuerpo técnico trató de ordenar el rancho, e incluyó a Ismael Fuentes, pero las ansiedades acumuladas por 11 años parecían brotar en la Roja después de que Moreno clavó el empate.
Valdivia, quien paciente hizo fila durante toda la eliminatoria, estaba empeñado en estampar su irreverencia en la historia del fútbol chileno. Y lo hizo a los 72', cuando definió con clase ante Ospina: 3-2, y boleto a Sudáfrica. El "10" tenía un último truco: inventó una dulzura de pase para el último gol de Orellana.
La obra de Bielsa fue reconocida por una ovación cerrada de todos los presentes en el Atanasio Girardot. El argentino enseñó a atacar en todos lados a un equipo que casi siempre en su bitácora añosa prefirió esperar. Un dato: ganó cinco partidos de visita en la eliminatoria.
La estación de Medellín consagró una ideología. La de Bielsa y una generación de jugadores que se rebeló a quedarse otra vez sin Mundial. El tren llegó a destino, con un conductor lleno de convicciones y el trapo rojo izado al tope.
BIELSA TIENE EL CORAZON CHILENO
SANTIAGO, Chile - La presidenta de Chile Michelle Bachelet elogió el "corazón chileno" del entrenador argentino Marcelo Bielsa al visitar hoy el complejo deportivo Juan Pinto Durán, donde se encuentra concentrado el seleccionado local que ayer logró en Colombia la clasificación al mundial de Sudáfrica 2010.
"Vine hasta Pinto Durán porque la alegría que nos entregó el seleccionado merecía que lo viniera a ver a su casa", señaló Bachelet al dirigirse a los jugadores, técnicos y dirigentes del fútbol chileno.
Bachelet destacó "el tremendo trabajo" con el cual Chile se clasificó en la penúltima fecha de las eliminatorias y elogió "la garra y la fuerza que proporciona esta felicidad de ir a Sudáfrica el año próximo".
"También quise agradecerle naturalmente a Marcelo Bielsa y a todo el equipo técnico, por su trabajo serio, permanente y persistente", señaló.
"Creo que ese tipo de trabajo nos identifica y nos da grandes alegrías. Y también verlo como disfrutó cada gol con corazón de chileno, al igual que todos nosotros", le dijo la mandataria al entrenador argentino.
También agradeció a los jugadores que fueron parte del plantel, "y que ya no están, como Marcelo Salas (ex capitán), con el cual partió este proceso y a Harold Mayne Nicholls (presidente de la Asociación de fútbol local). El me fue a ver hace tres años al Palacio de La Moneda (Casa de gobierno) para pedirme que apoyara el trabajo de la ANFP".
Bachelet, sin embargo, aclaró que su presencia en Juan Pinto Durán, según reflejó Ansa, fue "para agradecer y representar lo que muchos chilenos están sintiendo, porque la celebración recién está comenzando".
"Vine hasta Pinto Durán porque la alegría que nos entregó el seleccionado merecía que lo viniera a ver a su casa", señaló Bachelet al dirigirse a los jugadores, técnicos y dirigentes del fútbol chileno.
Bachelet destacó "el tremendo trabajo" con el cual Chile se clasificó en la penúltima fecha de las eliminatorias y elogió "la garra y la fuerza que proporciona esta felicidad de ir a Sudáfrica el año próximo".
"También quise agradecerle naturalmente a Marcelo Bielsa y a todo el equipo técnico, por su trabajo serio, permanente y persistente", señaló.
"Creo que ese tipo de trabajo nos identifica y nos da grandes alegrías. Y también verlo como disfrutó cada gol con corazón de chileno, al igual que todos nosotros", le dijo la mandataria al entrenador argentino.
También agradeció a los jugadores que fueron parte del plantel, "y que ya no están, como Marcelo Salas (ex capitán), con el cual partió este proceso y a Harold Mayne Nicholls (presidente de la Asociación de fútbol local). El me fue a ver hace tres años al Palacio de La Moneda (Casa de gobierno) para pedirme que apoyara el trabajo de la ANFP".
Bachelet, sin embargo, aclaró que su presencia en Juan Pinto Durán, según reflejó Ansa, fue "para agradecer y representar lo que muchos chilenos están sintiendo, porque la celebración recién está comenzando".
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