El Frente Francisco Miranda,
el brazo operativo de la revolución
Unos 25.000 "luchadores sociales bolivarianos" están activos en esta enorme organización de base creada en el 2003 y que pasa por la preparación política e ideológica de sus integrantes.
El Frente Francisco de Miranda (FFM) es la ayuda directa al gobierno de Hugo Chávez, guía de sus acciones.
Formados en Cuba durante tres meses, reciben luego su formación política en Venezuela con profesores cubanos y venezolanos.
Se organizan en escuadras de 12 a 15 personas, base de una estructura de mando vertical que responde a un 'estado mayor municipal' y estos, a su vez, a 'estados mayores estatales' que se encargan de dar las instrucciones.
Según las necesidades del "proceso revolucionario", el FFM se convierte en maquinaria electoral, impulsor de las misiones sociales, apoyo de los ministerios y, eventualmente, en fuerza acumulada para "defender la revolución ante cualquier agresión", como ha dicho su directora nacional, la ministra Erika Farías.
Sus miembros se sienten parte de una élite que ha pasado por decenas de formaciones bolivarianas. La única condición para ingresar a sus filas es ser miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
La dedicación exclusiva a las labores del Frente son recompensadas con una beca-ayuda de 500 bolívares (232 dólares) mensuales, monto que puede subir si el "luchador" toma cursos de especialización, que podrían llevarlo a estudiar a Cuba, Bolivia o Argentina, como parte de acuerdos de intercambio firmados con esos gobiernos.
Su sede es militar
Caracas no es la vanguardia del FFM. Sus integrantes reconocen mayor disciplina entre los "luchadores" de los estados Zulia, Táchira, Bolívar, Monagas y Aragua.
No niegan su disposición a defender la revolución con su propia vida, pero dicen rechazar el uso de las armas y aseguran que son diferentes a las "milicias bolivarianas", aunque su sede central, en el popular barrio de Catia, es en una instalación militar donde se han preparado grupos de milicianos.
"Si tienes el poder no tienen sentido las armas, y esta revolución se está logrando por la vía democrática", dice uno de sus voceros, que pide la reserva de su identidad
La mujer que llevó a 2 mil personas del Atlántico
para cirugía al vecino país
Luz Marina García, directora de la Fundación Manantial de Vida.
En febrero, cuando la artillería verbal del presidente Chávez se hizo más intensa contra Uribe, Luz Marina García, directora de la Fundación Manantial de Vida, suspendió la campaña 'Misión Milagro'.
Con ella había logrado llevar al vecino país a 2.000 atlanticenses para operaciones gratuitas de cataratas y otros problemas oculares.
Esos colombianos hacen parte de los 23.822 pacientes de países distintos a Venezuela que fueron beneficiados por esta misión -ejecutada por el Gobierno venezolano en convenio con el cubano -entre octubre del 2005 y noviembre del año pasado, según fuentes oficiales.
En Colombia, fueron precisamente Barranquilla y poblaciones del Atlántico el eje de este programa desde el 2007, con el apoyo del entonces aquí incipiente Movimiento Socialista Bolivariano (MSB).
"Conocí a un señor del Movimiento que me habló del tema, y como me pareció afín a los postulados de la Fundación decidí que podíamos hacerlo", cuenta Luz Marina García. Habla de Jorge Urueta, un desmovilizado de la Corriente de Renovación Socialista (disidencia del Eln que entregó las armas en el 94).
Él, dice la directora de Fundación Manantial, hizo los contactos para los desplazamientos de los pacientes a Venezuela. "Aquí no hubo intereses políticos -se defiende Marina-, yo soy una 'cristocéntrica', vinculada a la iglesia Pentecostal Unida".
Sobre la manera como elegían a la gente para las cirugías relata que se iba primero a los barrios marginados de la ciudad y a los municipios a practicar brigadas de optometría, de las que salían los pacientes.
"Solo pagaban 60 mil pesos de de transporte de ida y vuelta, y se les daba refrigerios en el camino. En Paraguachón los esperaban los médicos cubanos que hacían otra evaluación. Luego hacían las cirugías y los hospedaban en hoteles de excelente nivel. Salíamos los lunes y regresábamos los viernes", cuenta.
Hasta un mes de hospital gratis
Cuando un paciente se complicaba, permanecía hospitalizado o en un hotel venezolano el tiempo que requería.
"Hubo unos que estuvieron hasta un mes hospitalizados con todos los gastos pagos. Inicialmente se aceptaba un acompañante, pero se formó mucho desorden con eso y pusieron normas estrictas, a no ser que el paciente fuera un anciano", explica Marina.
Admite que ella misma intentó llevar personas de Cali y Bogotá, pero el transporte hasta Barranquilla salía demasiado costoso y por eso no se atrevieron a extenderse a otros departamentos.
el brazo operativo de la revolución
Unos 25.000 "luchadores sociales bolivarianos" están activos en esta enorme organización de base creada en el 2003 y que pasa por la preparación política e ideológica de sus integrantes.
El Frente Francisco de Miranda (FFM) es la ayuda directa al gobierno de Hugo Chávez, guía de sus acciones.
Formados en Cuba durante tres meses, reciben luego su formación política en Venezuela con profesores cubanos y venezolanos.
Se organizan en escuadras de 12 a 15 personas, base de una estructura de mando vertical que responde a un 'estado mayor municipal' y estos, a su vez, a 'estados mayores estatales' que se encargan de dar las instrucciones.
Según las necesidades del "proceso revolucionario", el FFM se convierte en maquinaria electoral, impulsor de las misiones sociales, apoyo de los ministerios y, eventualmente, en fuerza acumulada para "defender la revolución ante cualquier agresión", como ha dicho su directora nacional, la ministra Erika Farías.
Sus miembros se sienten parte de una élite que ha pasado por decenas de formaciones bolivarianas. La única condición para ingresar a sus filas es ser miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
La dedicación exclusiva a las labores del Frente son recompensadas con una beca-ayuda de 500 bolívares (232 dólares) mensuales, monto que puede subir si el "luchador" toma cursos de especialización, que podrían llevarlo a estudiar a Cuba, Bolivia o Argentina, como parte de acuerdos de intercambio firmados con esos gobiernos.
Su sede es militar
Caracas no es la vanguardia del FFM. Sus integrantes reconocen mayor disciplina entre los "luchadores" de los estados Zulia, Táchira, Bolívar, Monagas y Aragua.
No niegan su disposición a defender la revolución con su propia vida, pero dicen rechazar el uso de las armas y aseguran que son diferentes a las "milicias bolivarianas", aunque su sede central, en el popular barrio de Catia, es en una instalación militar donde se han preparado grupos de milicianos.
"Si tienes el poder no tienen sentido las armas, y esta revolución se está logrando por la vía democrática", dice uno de sus voceros, que pide la reserva de su identidad
La mujer que llevó a 2 mil personas del Atlántico
para cirugía al vecino país
Luz Marina García, directora de la Fundación Manantial de Vida.
En febrero, cuando la artillería verbal del presidente Chávez se hizo más intensa contra Uribe, Luz Marina García, directora de la Fundación Manantial de Vida, suspendió la campaña 'Misión Milagro'.
Con ella había logrado llevar al vecino país a 2.000 atlanticenses para operaciones gratuitas de cataratas y otros problemas oculares.
Esos colombianos hacen parte de los 23.822 pacientes de países distintos a Venezuela que fueron beneficiados por esta misión -ejecutada por el Gobierno venezolano en convenio con el cubano -entre octubre del 2005 y noviembre del año pasado, según fuentes oficiales.
En Colombia, fueron precisamente Barranquilla y poblaciones del Atlántico el eje de este programa desde el 2007, con el apoyo del entonces aquí incipiente Movimiento Socialista Bolivariano (MSB).
"Conocí a un señor del Movimiento que me habló del tema, y como me pareció afín a los postulados de la Fundación decidí que podíamos hacerlo", cuenta Luz Marina García. Habla de Jorge Urueta, un desmovilizado de la Corriente de Renovación Socialista (disidencia del Eln que entregó las armas en el 94).
Él, dice la directora de Fundación Manantial, hizo los contactos para los desplazamientos de los pacientes a Venezuela. "Aquí no hubo intereses políticos -se defiende Marina-, yo soy una 'cristocéntrica', vinculada a la iglesia Pentecostal Unida".
Sobre la manera como elegían a la gente para las cirugías relata que se iba primero a los barrios marginados de la ciudad y a los municipios a practicar brigadas de optometría, de las que salían los pacientes.
"Solo pagaban 60 mil pesos de de transporte de ida y vuelta, y se les daba refrigerios en el camino. En Paraguachón los esperaban los médicos cubanos que hacían otra evaluación. Luego hacían las cirugías y los hospedaban en hoteles de excelente nivel. Salíamos los lunes y regresábamos los viernes", cuenta.
Hasta un mes de hospital gratis
Cuando un paciente se complicaba, permanecía hospitalizado o en un hotel venezolano el tiempo que requería.
"Hubo unos que estuvieron hasta un mes hospitalizados con todos los gastos pagos. Inicialmente se aceptaba un acompañante, pero se formó mucho desorden con eso y pusieron normas estrictas, a no ser que el paciente fuera un anciano", explica Marina.
Admite que ella misma intentó llevar personas de Cali y Bogotá, pero el transporte hasta Barranquilla salía demasiado costoso y por eso no se atrevieron a extenderse a otros departamentos.