Un recuerdo del inmortal
del Tango - el "Polaco"
Roberto Goyeneche
Reconocido como el cantor de Buenos Aires, como la voz del tango después de Gardel, el "Polaco" dejó cientos de canciones y hasta su paso por el cine nacional. A 15 años de su muerte, lo recuerdamos.
http://www.youtube.com/watch?v=uzMisfTD3-k&feature=fvw
"Balada del Loco" - el Polaco con Astor Piazzola. - click
Desde sus años adolescentes allá en los 40, Roberto Goyeneche frecuentaba cafés y cabarets donde se presentaban los grandes cantores de la primera y más censurada época del 2x4. Fue chofer de colectivos, taxista, mecánico y fanático de Platense, al que seguiría hasta el día de su muerte. Con solo 18 años tuvo su primer éxito en un concurso para voces nuevas, en 1944. Ese mismo año inició su carrera como pofesional en la orquesta de Raúl Kaplún.Desde 1952 pasó por inolvidables orquestas como la de Horacio Salgán, allí justamente fue bautizado por su compañero de dúo, Ángel Díaz, como "El Polaco". Cuatro años más tarde se convirtió en el cantor de la orquesta de Aníbal Troilo, de quien fue admirador y entrañable amigo. Su carrera solista lo llevó a inmortalizar tangos de Homero Expósito como "Afiches", "La última curda", "Chau, no va más" y las emblemáticas versiones de "Malena" y "Naranjo en flor". Cantó como sólo él podría hacerlo los clásicos de Gardel. Partió a los EEUU donde además de tangos interpretó temas de Atahualpa Yupanqui con arreglos de jazz y todo.En 1969 emocionó con "Balada para un loco", de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, en un acto de audacia artística, luego del escándalo que el estreno del tema significara y el debate sobre lo que debía o no ser considerado tango.En octubre de 1987 llegó la hora de pasar a la pantalla grande de la mano de Pino Solanas en “Sur” donde lo acompañó el bandoneonísta Néstor Marconi. El 27 de agosto de 1994, “el Polaco” cerró sus ojos pero abrió un sinfín de nuevas puertas y esperanzas para quienes hacen del tango su nueva forma de expresión.
"Balada del Loco" - el Polaco con Astor Piazzola. - click
Desde sus años adolescentes allá en los 40, Roberto Goyeneche frecuentaba cafés y cabarets donde se presentaban los grandes cantores de la primera y más censurada época del 2x4. Fue chofer de colectivos, taxista, mecánico y fanático de Platense, al que seguiría hasta el día de su muerte. Con solo 18 años tuvo su primer éxito en un concurso para voces nuevas, en 1944. Ese mismo año inició su carrera como pofesional en la orquesta de Raúl Kaplún.Desde 1952 pasó por inolvidables orquestas como la de Horacio Salgán, allí justamente fue bautizado por su compañero de dúo, Ángel Díaz, como "El Polaco". Cuatro años más tarde se convirtió en el cantor de la orquesta de Aníbal Troilo, de quien fue admirador y entrañable amigo. Su carrera solista lo llevó a inmortalizar tangos de Homero Expósito como "Afiches", "La última curda", "Chau, no va más" y las emblemáticas versiones de "Malena" y "Naranjo en flor". Cantó como sólo él podría hacerlo los clásicos de Gardel. Partió a los EEUU donde además de tangos interpretó temas de Atahualpa Yupanqui con arreglos de jazz y todo.En 1969 emocionó con "Balada para un loco", de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, en un acto de audacia artística, luego del escándalo que el estreno del tema significara y el debate sobre lo que debía o no ser considerado tango.En octubre de 1987 llegó la hora de pasar a la pantalla grande de la mano de Pino Solanas en “Sur” donde lo acompañó el bandoneonísta Néstor Marconi. El 27 de agosto de 1994, “el Polaco” cerró sus ojos pero abrió un sinfín de nuevas puertas y esperanzas para quienes hacen del tango su nueva forma de expresión.
Entren en mi web-site http://www.interam-usa-arg.com/ y escuchen La Balada de un Loco por Adriana Varela.
PLP
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