domingo, 27 de junio de 2010

Historia de Cuba - Matias Perez el gran volador de globos.




HISTORIA POPULAR DE CUBA.
VOLO.... COMO MATIAS PEREZ !!!!!!!

Si eres cubano debes estar familiarizado con esta frase, sabemos que Matías fue un personaje real que voló en un globo y desapareció sin dejar rastros, pero, ¿conocemos algo más sobre éste acontecimiento?No se sabe a ciencia cierta en que fecha se trasladó Matías Pérez de su natural Portugal a Cuba , había sido marino, y se estableció como "Toldista" en La Habana, lo que le proporcionó una holgada situación económica.Calle Obispo"Toldista" era aquél que se dedicaba a resguardar los comercios del calor solar, con lonas o toldos, muchas veces estos toldos recubrían las aceras de esquina a esquina, eran brillantes y multicolores. Rápidamente Matías comenzó a ser conocido como "El rey de los Toldos". Pero su pasión era la de volar globos aerostáticos, leía sobre el tema de la aeronáutica incansablemente, y hasta estudiaba los tratados sobre el "Principio del Túnel del viento", y el "Códex Atlanticus" de Leonardo da Vinci.Corrían los años mil ochocientos, en que las exhibiciones de aerostática se convirtieron en el pasatiempo favorito de los habaneros, estas presentaciones eran extremadamente populares, y a los que se dedicaban al negocio de volar en globos, les redituaba magníficamente.Durante estas exhibiciones, desde los aparatos se lanzaban al aire: flores, volantes de papel con poemas impresos, palomas, y hasta chivos en paracaídas. Otros, ascendían a las alturas montando un caballo suspendido de la barquilla del globo - el cuadrúpedo ascendía totalmente aterrorizado-Matías comienza a construir lo que según él sería "una magnífica nave", "para un importante vuelo", la nombra: "Villa de Paris". Rumores de la magnificencia de la aeronave de Matías, comienzan a circular por la ciudad. Se decía: "que en ella, se realizaría el vuelo más trascendental de la historia de la aerostática en el mundo"Realiza el toldista varios intentos de vuelo fallidos, pero su entusiasmo no decae, incluso cuando su globo quedaba colgado de una palma real, o terminaba prisionero de las rejas de alguna señorial mansión, nuestro aeronauta recogía los pedazos y comenzaba de nuevo su proyecto.Se esperaba con enorme expectativa el día del "gran vuelo". Por fin, en la mañana del 29 de junio de 1856, en la Plaza Marte, -cerca de donde se encuentra el Capitolio-, decide Matías volar su "Villa de París".La ruta de vuelo estaba trazada desde "La Plaza de Marte" al "Cerro" -caserío que se encontraba a varios kilómetros de distancia- Concentrados en la gran plaza, la gente se apretujaba y daba vítores al aeronauta. La tensión crecía por minutos, y la algarabía también.Lentamente el globo empezó a moverse y a ascender con gran majestuosidad bajo la mirada atenta y los aplausos del público. ¡Todo iba saliendo a las mil maravillas! ¡El "Villa de París" navegado por Matías haría historia!Se desplazaba pausadamente hacia el Paseo del Prado, ¡pero de pronto!, ¡una ráfaga de aire zarandea la nave violentamente haciéndola girar y perder el rumbo!, ¡un grito ahogado recorre la multitud!, el artefacto se orienta hacia el mar bajo el suspiro prolongado de los asistentes.Se respira un pesado silencio, la nave sigue adentrándose en el mar hasta que sólo se distingue un punto enel horizonte.Cae la tarde y se convierte en noche, el gentío se dispersa. Nunca más se supo de Matías, no se encontraron rastros de él, o de su "Villa de París".Y así... "Más o menos" narra el mito popular el acontecimiento que dio origen a la famosa frase: "Voló como Matías Pérez".

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