El automovilismo deportivo en Cuba (parte II)
La carretera La Coloma, en Pinar del Río, fue escenario de memorables carreras de autos.
Emilio J. Lezcano/ Especial para martinoticias.com 22 de marzo de 2011
Foto: Foto archivo M. L. Chávez
Así quedó el Jarguar D-Type de Gómez Mena que aparece con una venda en la frente.
Para muchos cubanos seguidores del automovilismo deportivo no le es familiar el nombre de La Coloma, un pequeño pueblo pesquero localizado al sur de la provincia de Pinar del Río. Su fama, en esa época, le llegaba por un puerto importante, la encantadora playa Las Canas y también por sus dos fábricas de conservas Comodoro y Reina del Caribe.
Sin embargo, en el mes de mayo de 1918, comenzaron algunas carreras de automóviles en la provincia de Pinar del Río, organizadas por la Asociación de Choferes y la Casa Consistorial Pinareña. La primera competencia automovilística se desarrolló con un recorrido –ida y regreso- entre la ciudad de Pinar del Río hasta el Puerto de La Coloma.
Según un reportaje aparecido en el periódico pinareño “La Fraternidad”, en su edición del 22 de mayo de 1918, y refiriéndose al evento, publicó lo siguiente: “El primer premio en carrera abierta correspondió a una cuña de la marca Cadillac, conducida por el driver Marcelino Amador. En esa carrera también compitieron un automóvil marca Ford y otro Muced”.
Agregando más información sobre el evento señalaba: “En la segunda categoría el premio le fue adjudicado al chofer Rafael Arias y en segundo lugar entró en la meta Margarito Santa Cruz que manejaba la máquina número 10 de la marca Overland. En la categoría marca Ford obtuvo el primer premio la número 5, conducida por Virgilio García y en segundo lugar llegó la número 2 piloteada por Justo Pérez Paz. Estas carreras fueron presenciada por más de cinco mil personas que, en su mayoría, se situaron a lo larga de la carretera a La Coloma.”
Al año siguiente, el 10 de octubre de 1919, se volvió a celebrar esta carrera, en la cual perdió la vida el piloto Justo F. Caraballo. Según testigos presentes dijeron que el auto abandonó la ruta y chocó contra un árbol situado en el kilómetro 7 de la carretera Pinar del Río a La Coloma. Más tarde se levantó un pequeño obelisco con el diseño de una llanta y un neumático de mármol en honor al piloto fallecido.
De acuerdo con una información aparecida en el periódico “La Tarde”, de Pinar del Río, se celebró la última competencia Pinar del Río–La Coloma (ida y regreso) en el año 1924. La Comisión Organizadora de este evento estuvo encabezada por el Alcalde Municipal, Juan María Cavada y del Haya. La bandera verde se agitó a las ocho de la mañana en la calle Martí y la Calzada de La Coloma y los autos partieron con un intervalo de 3 minutos.
Los resultados, de acuerdo al periódico, fueron los siguientes: “Justo Pérez Paz, ganador en la cuarta categoría, al volante de un Ford modelo T, con un tiempo de 33 minutos, 50 segundos y seis décimas. La victoria en la tercera categoría fue para Manuel Castilla, corriendo un Chevrolet, quien realizó el mejor tiempo con 32 minutos, seis segundos y dos décimas. En la segunda categoría el vencedor fue Eulogio Ochoa, con una máquina marca Dodge, que consumió 32 minutos, 56 segundos y seis décimas. En la categoría abierta el primer lugar fue para José Rossum, con un Cunnigham y tiempo de 21 minutos y 46 segundos. Segundo lugar Ricardo Campas con 23 minutos, 40 segundos y tercer lugar Marcelino Amador con tiempo de 30 minutos y 40 segundos”.
Foto archivo M. L. ChávezEl Buick Century No. 18 del ganador Rafael Gallinat en 1955.
Más tarde, en el año 1954, las carreras comenzaron a tener más popularidad con los trazados interprovinciales, y fue el “20 de Mayo de 1954”, coincidiendo con la celebración del 52 Aniversario de la Independencia de la República de Cuba, que miles de personas de dieron cita a lo largo de la Carretera Central para presenciar el inicio de la primera carrera Pinar del Río-La Habana, organizada por el periódico capitalino Avance.
Según datos de la época la salida estaba situada en la calle Vélez Caviedes, frente a la fábrica de refrescos Jupiña, pasando a través de las localidades de Consolación del Sur, entronque de Herradura, San Cristóbal, Candelaria, Las Mangas, Artemisa, Guanajay, Bauta, Punta Brava y terminaba en el Malecón habanero.
A las nueve de la mañana se agitó la bandera anunciando el comienzo de la competencia, y la distinción del primer coche en partir le tocó al piloto José Salazar Cubillas. El ganador en la categoría (Especial) fue J. Gómez quien manejó un Jaguar y cubrió la distancia con un tiempo de 1 hora 25 minutos y 30 segundos; categoría (Stock Modificado), S. González al volante de otro Jaguar 1h 15’ 32”; categoría (Sport), P. Ovies, con un Alfa Romeo 1h 25’ 5” y finalmente en la categoría (Stock) M. P. de la Mesa guiando un Lincoln 1h 14’ 56”. Como un dato interesante en esta carrera el piloto Inocente Gómez manejó uno de esos autos “caseros” que se reconstruían en los garajes y que le llamaban ‘corta y clava’, con un motor Jaguar.... y terminó la carrera!
Antes de la carrera ocurrió un aparatoso accidente cuando el piloto Manuel López Chávez, salió a practicar, pero antes le prestó su MG a un amigo quien perdió el control del auto y chocó contra un poste del tendido eléctrico. Chávez salió disparado por el parabrisa recibiendo lesiones en la cabeza y un brazo. López Chávez estuvo en el evento, como espectador, con la cabeza vendada y un brazo enyesado. Entre los autos participantes se encontraban: Jaguar, M.G. y Austin Healy de Inglaterra, Alfa Romeo, Italia y representando a los Estados Unidos las firmas Studebaker, Lincoln, Buick, Lincoln y Ford.
Al siguiente año, en la misma fecha, se celebró el “II Clásico Avance Pinar del Río-La Habana”, con un total de 49 autos inscriptos y el ganador fue Rafael Gallinat, piloteando un Buick Century en la categoría (Stock A), cubriendo la distancia de 172 kilómetros en una hora, nueve minutos y 41 segundos, a una velocidad promedio de 148.821 kilómetros por hora. Otros ganadores en sus respectivas categorías fueron: Gerardo Gómez, con un Ford (Stock B), 1 hora 17 minutos y 35 segundos y Manuel Pacheco, guiando un Jaguar, (Sport) 1 hora 16 minutos y 6 segundos.
Durante la celebración del “III Clásico Avance Pinar del Río-La Habana”, en el año 1956, y para la satisfacción de los pinareños, el piloto local Mario Padrón cargó con la victoria en la categoría (Stock A) al volante de un Studebaker ‘Golden Hawk’, con un tiempo de 1 hora 5 minutos y 53 segundos. Padrón cubrió la distancia con una velocidad promedio de 157.48 kilómetros por hora. El ganador en la categoría (Stock B) fue Jorge Galtés manejando un auto Ford, 1h 9’ 14”; y en categoría (Sport) Diego Febles al volante de un Austin Healy, 1h 5’ 35”. Desafortunadamente durante este evento se registró un lamentable incidente cuando el piloto Alfonso Gómez Mena perdió el control de su Jarguar D-Type, y chocó con una casa situada en el crucero de Montequín, causando la muerte de un subteniente retirado del ejercito llamado Zacarías Borrego, además de varias personas heridas.
En el año 1957 se celebró la última edición del “IV Clásico Avance Pinar del Río-La Habana”, y para honrar al piloto Marcelino Amador, ganador de la carrera Pinar del Río La Coloma, en el año 1918, fue invitado a bajar la bandera para dar inicio al evento. Con la participación de 33 autos en distintas categorías los resultados fueron los siguientes: Santiago González, Mercedes Benz 300 SL, categoría (Sport A) con un tiempo de 1 hora, 02 minutos y 32 segundos. Otros ganadores: Diego Febles, Triumph TR-2 (Sport B); 1 hora, 11 minutos, 08 segundos; Abelardo Carrera, Buick Special, (Turismo A), 1 hora, 05 minutos, 13 segundos e Inocente Gómez, Packard, (Turismo B), 1 hora, 10 minutos y 02 segundos.
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