martes, 25 de octubre de 2011

Para mis amigos de Venezuela.


Enfrentando a Chávez
SAÚL GODOY GÓMEZ EL UNIVERSAL
martes 25 de octubre de 2011 12:00 AM
Debo admitir que pocas veces hemos tenido la oportunidad de ver tan buenos candidatos de la oposición compitiendo, algunos de ellos probados en importantes cargos públicos de elección popular y con obra que enseñar, la mayoría jóvenes, otros con experiencia política, y no es cualquier tontería haber sobrevivido a los últimos treinta años de lucha política en nuestro país y estar todavía en la batalla. Pero la gran pregunta sigue sin responder ¿cuál de nuestros candidatos es el contrincante par excellence a fajarse con Chávez en estas elecciones? Estas son algunas de mis consideraciones. El grueso de nuestros candidatos provienen de los semilleros de Acción Democrática y Copei, jóvenes y adultos contemporáneos, allí están dando la pelea tal como ellos entienden se encuentra el país; son las nuevas camadas de los socialdemócratas y demócratas cristianos, socialistas light, que han sufrido en carne propia y aprendido de la experiencia populista de los chavistas, quienes arrearon a una importante parte de la población, los olvidados y marginales que eran legión, les dieron una identidad, un ideario, los organizaron y los pusieron a votar. La estrategia resultó. También están los denominados socialistas, muchos de ellos regresaron apaleados de las filas del chavismo, ya que no les permitieron mayor protagonismo, pero que comulgan con la fórmula que los llevó a probar las mieles del poder. La Mesa de la Unidad, en un 95% se compone de estos políticos socialistas que entienden que la manera de hacer política de los chavistas no puede estar equivocada, por ello estamos viendo y escuchando un discurso que se parece en mucho al de Chávez, muy socialista, con elementos de populismo, lleno de promesas estatistas, jugando mucho con el carisma personal de sus candidatos, jóvenes, buenosmozos, llenos de vigor, tratando de no atacar al Teniente Coronel, usando un lenguaje muy parecido al de los rojos rojitos, por supuesto, desbrozado de las referencias militaristas y revolucionarias. Lo que uno puede entender de este estilo de hacer campaña es que buscan, precisamente, a ese sector de la población que hasta hace poco el chavismo tenía comiendo de la mano. Pero es absurdo soltarle a Chávez en el ring a un contrincante que se parece a él, que habla como él, que lanza los mismos golpes, el socialismo en Venezuela no va a tener otro nombre ni otra figura que Chávez por mucho tiempo, lo que ellos dicen que van hacer, Chávez se los devuelve multiplicado por diez; de modo que no hay manera que, desde esa ideología, se logre una victoria. Pienso que un buen contrincante para Chávez tiene que ser alguien muy diferente a él, no sólo en aspecto, sino principalmente en el discurso, alguien quien contraste de manera rotunda, que no pueda ser confundido o caer en una competencia con desventajas, justamente donde Chávez es el más fuerte de todos. Y es en este sentido que creo que María Corina Machado es la candidata que hace la diferencia, empezando porque es mujer, y va a ser muy difícil para Chávez enfrentarse a una mujer respondona, inteligente, autónoma, joven y bonita. Las mujeres de quienes se ha rodeado Chávez han sido todas sumisas y grises, solo están a su lado para decoración y para hacer su capricho. Una caraqueña como María Corina va a dejar este llanero-cubano como pajarito en grama, si la ataca con desproporción, que ya lo está haciendo y es su estilo, se le revertirán los golpes y el público (una buena parte mujeres) se lo reclamará, si trata de ser indulgente y paternalista, María Corina se lo comerá con arepitas y queso asado. Pero es en el discurso, con el capitalismo popular, con la presencia tan aplomada de la Sra. Machado, con lo que Chávez se estrellaría una y otra vez; su careta de socialista-humanista se le caería y pudiéramos ver por primera vez al lobo en todo su pelaje. No es con otro socialista que Chávez va a perder los estribos y los argumentos, es con el capitalismo hecho mujer con quien este comunista tendrá que debatir, medirse, compararse... María Corina ha demostrado ser una excelente comunicadora y con el avance de la campaña, mucho más gente la apoyará en una lucha que no es fácil, pero no imposible. María Corina, aunque no dispone de grandes recursos económicos, en su estrategia, no ha descuidado su base política que es la clase media, y veo con agrado que entra fácilmente entre los pobres, les habla con la verdad y los esperanza con el trabajo y la autoestima. Sin que me quede nada por dentro, la Sra. Machado está plantada, sin miedo, frente a la guarida revolucionaria, ondeando las banderas de la libertad y el progreso, y creo, los tiene bien asustados. saulgodoy@gmail.com

lunes, 27 de junio de 2011

Representante de Lucifer en la economia especuladora mundial.

George Soros: "El dinero da poder. No está bien, pero es un hecho"
El financista y filántropo, de 80 años, conversó con la BBC con motivo de la publicación del libro "La filantropía de George Soros".
Para algunos, George Soros es un filántropo visionario, que ha donado más de US$8.000 millones en los últimos 30 años.
En 1984, inspirado en las ideas del filósofo austro-británico Karl Popper, quien había sido uno de sus profesores, Soros estableció su Fundación para una Sociedad Abierta, que defiende la libertad, la democracia y los derechos humanos.
Sin embargo, sus detractores aseguran que no tiene credenciales democráticas o éticas y que con su filantropía lo único que busca es comprarse un puesto en las poderosas mesas de discusiones políticas.
Después de todo, dicen, él fue el hombre que llevó a la quiebra al banco central de Inglaterra en 1992, cuando sus especulaciones precipitaron la devaluación de la libra esterlina y le reportaron, en un día, un beneficio personal de más de US$1.000 millones.
El financista de origen húngaro, de 80 años, conversó con la BBC con motivo de la publicación del libro "La filantropía de George Soros". -------------------------------------------------------------------------------
En la introducción del libro, usted dice que quería ganar una fortuna pero que temía el tremendo estrés que significaría el proceso de hacer dinero. ¿Cómo logró compaginar su pasión por el dinero con la filantropía?
Todos los seres humanos tenemos muchas inconsistencias. Hubo un momento particular en que pensé que me iba a dar un infarto, debido a la presión que tenía.
"Todos los seres humanos tenemos muchas inconsistencias...He pasado la mayor parte de mi vida tratando de compaginar los diversos aspectos de mi personalidad"
Fue en ese momento en que me pregunté si me estaba noqueando a mí mismo sólo por querer enriquecerme.
Entonces decidí establecer una fundación, porque pensé que sólo valía la pena noquearme si podía ayudar a otras personas o contribuir a que el mundo fuera mejor.
Pero he pasado la mayor parte de mi vida tratando de compaginar los diversos aspectos de mi personalidad.
¿Cree que son muchos? Usted dice que heredó características de las personalidades de su padre y de su madre.
Creo que muchas de estas inconsistencias se deben a eso. Yo los quería a ambos y absorbí de los dos. Están dentro de mí.
Yo diría que mi personalidad se parece más a la de mi madre. Ella era muy intrusa y yo tenía que defenderme.
Mi padre, por su parte, era muy generoso y estaba dispuesto a distanciarse de mí. Por eso me ayudó a salir del hogar cuando yo tenía 17 años.
Cuando volvimos a vivir juntos, cuando yo tenía 26, me alegró acogerlos en mi propia casa porque habían tenido la gran generosidad de empujarme al mundo. Usted tenía 13 años cuando Hungría fue ocupada por los nazis, en 1944. ¿Cómo era entonces la vida cotidiana? La vida de nuestra familia, que era de la clase media, se vio trastornada por la ocupación alemana. Tuvimos que abandonar nuestro hogar y adoptar identidades falsas.
Soros estableció su Fundación para una Sociedad Abierta en 1984.
Pero hasta entonces, en medio de una situación bastante turbulenta, nosotros llevábamos una vida muy estable y, yo diría, cómoda. Para mí ser judío era ser diferente, formar parte de una minoría y siempre considerar la otra cara de la moneda ante cualquier problema.
También aprendí a ser más rebelde porque, a pesar de que éramos de clase media, mi padre nos enseñó a rechazar los valores burgueses, a rechazar la idea de que los bienes materiales son tan importantes.
De hecho, lo aprendí bien porque de lo contrario no sería capaz de darles mi dinero a otros.
En 1947 usted vino al Reino Unido y comenzó a estudiar en la London School of Economics. Un año después, Estados Unidos impulsó el Plan Marshall para apoyar a las sociedades europeas después de la Segunda Guerra Mundial, pero también tenía por objetivo abrir mercados para las compañías estadounidenses. ¿Piensa que EE.UU. debió haber sido más honesto sobre los aspectos contradictorios del plan?
Creo que eso es algo que estaba bien claro en ese momento y me parece que fue un gesto político extraordinariamente generoso, que distinguió a EE.UU. en esa época si se lo compara, por ejemplo, con su comportamiento a raíz del colapso de la Unión Soviética. La apertura es un asunto muy importante para usted, pero también es algo muy complejo. Cuando la Unión Soviética colapsó, lo que quedó del país se abrió a empresarios muy rapaces y Rusia es tal vez el único país europeo donde la pobreza absoluta ha aumentado.
Sí, pero cuando pasó, la mayoría de las personas no tenían claro si era una victoria del capitalismo sobre el comunismo o un triunfo de la sociedad abierta sobre la cerrada.
Yo pensaba que se debía a lo segundo pero la mayoría de la gente, incluidos casi todos los políticos y empresarios de EE.UU., pensaban lo contrario.
Fue el colapso de un sistema represivo y cerrado. Pero al capitalismo no le fue muy bien en Rusia.
Muchas cifras indican que durante tres o cuatro años del gobierno de Boris Yeltsin la liquidación de activos fue enorme, aunque luego Vladimir Putin restableció un poco el modelo soviético.
Por supuesto, pero eso fue capitalismo de ladrones. ¿Qué diferencia hay entre el "capitalismo de ladrones" y el capitalismo?
Hay una gran diferencia porque el capitalismo puede ser, y de hecho es, algo lícito. Si no lo es, no funciona muy bien. "Creo en el sistema capitalista pero considero que es imperfecto y se debe mejorar"
Soy un capitalista y, aunque suene raro, creo en el sistema capitalista, pero considero que es imperfecto y se debe mejorar.
El comunismo era atractivo. De hecho, yo sentía curiosidad por el comunismo. Pero estaba equivocado. Ahora lo considero un sistema idealista que, en la práctica, no funciona ni puede funcionar.
Uno de los lugares donde su fundación ha tenido dificultades es China. Aunque se puede plantear que no es un sistema comunista, el país está dirigido por comunistas y su éxito económico ha sido extraordinario.
Es un Estado con un solo partido pero lo gobiernan siguiendo el modelo capitalista y el sistema posibilita que la gente se enriquezca.
Su éxito se debe precisamente a este enriquecimiento y a que, como no es una democracia, los gobernantes saben que tienen que satisfacer las expectativas mínimas del pueblo.

Una de las tristes paradojas del mundo actual es que el gobierno de China funciona mejor que el de Estados Unidos.
¿O sea que las sociedades cerradas pueden ser mejor que las abiertas?
Por un tiempo. En estos momentos es una paradoja que el gobierno en China funciona mejor.
"Me parece que China está en camino de transformarse en una sociedad más abierta. Se ven muchas señales de apertura"
Sin embargo, me parece que China está en camino de transformarse en una sociedad más abierta. Se ven muchas señales de apertura.
El futuro de nuestra civilización depende de si China se transforma de una sociedad cerrada, unipartidista, a algo más democrático. Si no lo hace, podría terminar en una catástrofe, en una guerra muy destructiva.
¿Cree usted que si las democracias tienen cada vez mayores problemas económicos -como lo que pasa en Grecia o, según usted, en Estados Unidos- las sociedades cerradas, con gobiernos más autoritarios, puedan llegar a ser atractivas porque parecen tener un mayor éxito económico?
Eso es algo que ya estamos enfrentando. China ya está ofreciendo una alternativa al capitalismo occidental, que es cosmopolita, internacional, con su sistema que yo llamo capitalismo de Estado.
Otra paradoja es que EE.UU. siempre ha sido el icono de la apertura, pero ha apoyado a muchas sociedades cerradas.
Sí. De hecho, el concepto de sociedad abierta que me inspiró se ha derrumbado. Además de no ser adecuado para el mundo actual, encierra un error conceptual.
Popper, como filósofo, daba por sentado que el objetivo del pensamiento crítico y el discurso político era comprender el mundo y establecer reglas, etcétera, para guiar la vida social.
En realidad, el discurso político democrático tiene como meta tergiversar la realidad, mentirle a la gente y manipular datos para ganar las elecciones.
El pensamiento tiene un doble papel: la función cognitiva en la que Popper basó su teoría y lo que yo llamo la función manipuladora.
Muchos dicen que la democracia es un mal sistema, pero que es mejor que los otros. Usted ha ejercido un gran poder en diferentes partes del mundo, a través de su fundación. Ese poder ha estado sustentado por su gran riqueza y sus conexiones. ¿Pero de dónde viene su autoridad? La autoridad de un gobierno, por ejemplo, la otorga una votación. ¿Y la suya?

"El dinero es poder. Pero el dinero también es libertad. Y yo valoro más la libertad que el poder"
Del dinero. El dinero es poder. Pero el dinero también es libertad. Y yo valoro más la libertad que el poder.
Personalmente, me importa más entender el mundo, tratar de acercarme a la verdad, que ejercer poder.
Mi primera regla es evitar hacer daño a los demás y si uno ejerce el poder así, disfruta la posibilidad de tener un impacto positivo.
Si uno lo hace sin entender esto, corre el riesgo de obtener resultados muy diferentes de lo que uno esperaba.
Aunque su principio es de no hacer daño, y en eso centra el trabajo de su fundación, usted sigue al frente de un fondo de cobertura ["hedge fund"]. Estos fondos, casi por definición, pueden hacer daño. Fondos como el suyo en este momento están decidiendo si invertir en el euro, lo que podría tener enormes consecuencias para la vida de los europeos.
Hay algunos fondos de cobertura que hacen mucho daño y, hasta cierto punto, algunas de nuestras actividades sin duda han afectado a divisas, pero incluso cuando estaba en la cima de mi éxito eso representaba una minúscula parte de nuestra acción en los mercados.
Si yo hubiera ido en contra del mercado, en lugar de adivinar hacia dónde iba el mercado, mi acción por ejemplo no hubiera llevado al colapso de la libra esterlina.
Aunque me consideran el hombre que causó la bancarrota del Banco de Inglaterra, en realidad no fue obra mía. Fue el mercado quien lo hizo.
Yo adiviné hacia dónde iba ese mercado y fui un elemento importante de él porque le di ímpetu. Pero no causé la bancarrota del Banco de Inglaterra.
¿Tenían sus acciones alguna dimensión ética?
Al principio, no. Porque el hecho de que yo comprara determinada acción, como un participante anónimo del mercado, no influía en el precio de esa acción.
Cuando me hice conocido, me trataban como un gurú, si decía algo sobre el oro, por ejemplo, los mercados me seguían. Entonces influía en los mercados. Así comenzó a tener una dimensión ética.
Eso complicó mi vida considerablemente y me hizo mucho más difícil dirigir el fondo.
¿Usted cree que es correcto que alguien tenga autoridad a partir del dinero?
"Incluso hoy me tratan con más respeto por tener dinero que por mi filantropía"
No, pero es un hecho. Soy muy crítico de la actitud estadounidense de tenerle un gran respeto a la gente que tiene mucho dinero sin preguntarse cómo lo han ganado. Incluso hoy me tratan con más respeto por tener dinero que por mi filantropía.
Hay gente buena y gente mala. Eso es parte de la humanidad. Yo no me identifico con ninguno de los dos grupos. A veces los buenos son demasiado buenos para mi gusto.
Yo soy uno de los que tienen cosas buenas y cosas malas. Ahí es donde coinciden mi parte filantrópica y mi parte financiera.
Pero, ante todo, me considero humano y mortal. No soy religioso y sé que no seguiré aquí, que no existiré. El "yo" es algo temporal. Lo único que temo de la muerte es que voy a dejar de pensar.

martes, 21 de junio de 2011

CUBA Y SU ECONOMIA EN CATASTROFE.

El castrismo: Una herencia económica catastrófica
Cuba es el país que más ayuda exterior, en términos absolutos y relativos, ha recibido del mundo al que intentó exportar su revolución.

En este trabajo, publicado en el número 135 de la revista Estudios Empresariales de Deusto Business School - Campus de San Sebastián, se expone la política económica del castrismo, sus concepciones y sus consecuencias. Esta comenzó siguiendo el dictado del Che Guevara pretendiendo eliminar hasta el mismo dinero. Luego se convirtió a la planificación central. De la Unión Soviética recibió abundantes subvenciones, pero su desaparición le obligó a adoptar incentivos. La Venezuela chavista volvió a garantizar la supervivencia del régimen dictatorial de los Castro. Por todo ello, Cuba es el país que más ayuda exterior, en términos absolutos y relativos, ha recibido del mundo al que intentó exportar su revolución.
La falta de un sistema económico mínimamente racional y eficaz explica su triste situación actual: su capacidad de producción mengua sin cesar y todo cuanto logra es mantener un nivel de vida mínimo. Lo más triste de todo es que a la oligarquía castrista lo único que les preocupa es reformar su economía para mantener su poder absoluto.

Hace mucho tiempo que no hay datos fiables, siquiera aproximados, sobre la economía cubana. Desde 1959 a 1969, el castrismo fue guevarista, empeñado en la destrucción de la contabilidad y del dinero como medio de pago. Tras el fracaso de la zafra de los 10 millones, en 1969, el castrismo se convirtió a la planificación soviética. Por unos años, hasta que la subida de los precios del azúcar en el periodo 73-76 y el aumento de la ayuda de la URSS permitieron a Castro involucrarse en las guerras africanas: Angola, Somalia, Etiopía y Eritrea fueron algunos de los países en los que hubo ejércitos cubanos desde 1976 hasta mediados de los ochenta. La economía cubana pasó a ser la de un país en guerra, volcada a la intervención exterior, sometida a las necesidades de los grandes ejércitos a los que acompañaban sanitarios y educadores. La perestroika de Gorbachov puso fin a las intervenciones exteriores del ejército cubano. La caída del muro en 1989 y la desaparición de la URSS dejaron a la economía cubana sin los subsidios soviéticos que supusieron, como mínimo, alrededor del 30% de su PIB anual desde 1970 a 1990. La economía cubana entró, entonces, en lo que se denominó un "periodo especial", caracterizado por la adaptación a una situación en la que la ayuda soviética había desaparecido. Fue el segundo periodo desde 1959 –el primero ocurrió entre 1970 y 1976– en el que el líder máximo aceptó la introducción legal de algunos incentivos económicos, hasta que la conquista del poder por Chávez en Venezuela permitió, desde principios del nuevo siglo, recuperar subsidios del exterior y asegurar que la población no pasara hambre. Fidel Castro eliminó entonces algunas reformas e intentó retomar los principios guevaristas. Cuba volvió a ser "anti-capitalista" sin intentar, siquiera, la planificación. La enfermedad de Fidel Castro y los límites de la ayuda de Chávez obligaron, hace ahora alrededor de cinco años, por tercera vez a iniciar otra política de reformas para permitir que una mínima racionalidad elevara la producción y el comercio de alimentos y algunos otros productos básicos. Ésta ha sido la historia de la política económica del castrismo. El siguiente capítulo comenzará cuando muera el tirano.

«Lo único que preocupa a la oligarquía castrista es cómo reformar la economía para mantener el poder político absoluto de la nomenclatura.»Mientras en el exterior discutimos sobre si el régimen castrista evolucionará hacia un modelo chino o vietnamita, en el interior lo único que preocupa a la oligarquía castrista es cómo reformar la economía para mantener el poder político absoluto de la nomenclatura, en la que participan la familia Castro, los mandos militares, la policía política y los burócratas del régimen. En la duda, se ha depurado a los que querían más cambios y más poder, y se ha optado, nuevamente, por la represión política y autorizado unas mínimas reformas para evitar las hambrunas.

En la Cuba castrista no hay estadísticas fiables, ni mediciones homogéneas de la actividad, ni un sistema de precios que permita asignar los recursos en función de su rentabilidad. Hay precios que no se han movido desde principios de los años 60, otros de los 70, los 80 y los 90, hasta precios actualizados –algunos, incluso, en dólares– para un pequeño conjunto de bienes de importación que se pueden adquirir por toda la población o por pequeños grupos, seleccionados con criterios políticos. Desde 1993 hasta 2004, en Cuba convivieron tres monedas: el dólar norteamericano, el peso cubano convertible –que tenia la misma cotización que el dólar– y los pesos nacionales, que tenían un tipo de cambio oficial de 24 pesos nacionales por 1 peso convertible. En 2004, aprovechando la mejoría que supuso la ayuda venezolana, se prohibió la circulación del dólar norteamericano. En 2005 el peso convertible fue revaluado un 8% en relación con el dólar. En 2011 se ha vuelto a la paridad peso convertible-dólar norteamericano para intentar mejorar la competitividad del sector turístico.

El único factor de homogenización para medir lo que se produce y lo que se invierte es el conjunto de precios del mercado negro en el que se comercializan dólares, pesos convertibles, pesos nacionales no convertibles y algunos bienes y servicios. En este mercado, la oferta y la demanda fijan precios; precios que, obviamente, dependen de la cantidad de pesos que pone en circulación el Banco Central, de la cantidad de pesos convertibles que tiene a la población –por transferencias de los exiliados a sus familias–, del suministro de productos alimenticios que se permite que los campesinos vendan en los mercados y algunos servicios que, legal o ilegalmente –en su mayoría– se comercializan también en esos mercados, y de la importación de bienes de consumo, duraderos y no duraderos, que lleva a cabo el Estado cubano y que legal –y sobre todo ilegalmente– terminan, también, en el mercado negro.

Estos precios, precios del mercado negro, no existen para las autoridades. De hecho, los responsables económicos no utilizan ningún sistema de precios para tomar decisiones económicas. Saben que los oficiales son ficticios. Las decisiones económicas se toman por los "planificadores" en función de las carencias; por ejemplo, la falta de carbón para poner en funcionamiento las centrales térmicas existentes, la falta de transportes para la población, la falta de camiones para mover mercancías, las faltas graves de alimentos, de medicinas, de camas de hospital o de quirófanos. Y, por supuesto, la falta de energía eléctrica. Los salarios, por su parte, se fijan para que la mayoría pueda pagar los mínimos suministros que se consiguen con la raquítica cartilla de racionamiento, con los que es imposible vivir. En eso consiste la política económica. En intentar resolver los cuellos de botella que se presentan y que nadie muera de hambre. El resto es un lujo. Lo es la alimentación no racionada, la vivienda, la electricidad, los libros, la atención hospitalaria, las medicinas, los coches y camiones, los carburantes, el vestido, el calzado...

«Nadie puede disponer de medios económicos suficientes para vivir al margen de lo que decida el líder máximo.»El castrismo, como ideología, sólo tiene un dogma: que "el comandante" es el único cubano con capacidad para pensar y decidir lo que necesitan sus súbditos. El dogma tiene dos caras: la primera que el poder tiene que ser absoluto; la segunda, que nadie pueda disponer de medios económicos suficientes para vivir al margen de lo que decida el líder máximo. El gran enemigo es, en esta elemental ideología, la propiedad privada. Por eso se nacionalizaron primero y se estatizaron después todos los medios de producción, desde las fábricas hasta los comercios, desde la tierra hasta las oficinas o los medios de transporte. Fidel Castro se ha disfrazado con todo tipo de ropajes a lo largo de los interminables 52 años en los que ha ejercido la tiranía. Ha sido guevarista, soviético ortodoxo, golpista en América Latina, militar en África, colaborador de narcotraficantes, incluso cercano al sistema capitalista a mediados de los 70, pero siempre ha tenido claro un principio: en Cuba nadie debe poder ganarse la vida autónomamente de una forma continuada. Siempre ha tenido claro que la propiedad privada es el germen de la libertad de pensamiento. Y en Cuba sólo él se considera con capacidad para pensar correctamente y decidir lo que conviene a todos y cada uno de los 11 millones de cubanos.

En los tres momentos de mayor riesgo político y económico del régimen, el primero después del fracaso de la zafra de los 10 millones de toneladas, el segundo tras la desaparición de la URSS y, el tercero, el actual –con ayuda venezolana, pero limitada–, los responsables económicos, siempre dirigidos por Raúl Castro, han hecho algunas reformas que han consistido en permitir cierta libertad económica para producir alimentos, para comercializarlos y para abrir pequeños negocios. Vigilando siempre que ningún cubano pudiera tener demasiados ingresos. La propiedad privada sigue siendo, y es, el enemigo. A pesar de que cada vez que se liberaliza la actividad económica, aumenta la producción y mejora el bienestar de la población. La actividad normal, la pública, es ineficiente, pesada, corrompida, militarizada o cedida parcialmente a empresas extranjeras. Se administra por la burocracia castrista.

Con este "sistema", por llamarlo de alguna forma, económico –algo que los progresistas de este mundo no entienden ni aceptan– lo llamativo es que en la Cuba castrista no haya hambrunas, que el nivel educativo asegure una formación entre baja y media y que el sanitario evite las epidemias y haya reducido al mínimo la mortalidad infantil. Algo que se consideran triunfos fundamentales en el exterior de Cuba, sobre todo por los que creen que esos triunfos se han logrado a pesar del "bloqueo" norteamericano. Un bloqueo que permite a Cuba comerciar con todo el mundo, excepto con Estados Unidos y con empresas norteamericanas. Que no ha impedido que Cuba suspenda pagos en rublos convertibles, en divisas de países occidentales y en moneda nacional, hasta el punto de que el tipo de cambio oficial del peso convertible es 24 veces el del peso con el que los cubanos se ganan la vida. Y que tampoco ha impedido que haya grandes inversores extranjeros, sean españoles (tabaco y hoteles), canadienses (níquel) o de otras nacionalidades.

«No existe ningún medio para medir el valor de la producción de bienes y servicios cubanos.»Las instituciones internacionales, ya sean el FMI, el Banco Mundial, el Banco lnteramericano de Desarrollo –de ninguna de las cuales quiere ser miembro el régimen castrista– no pueden medir su PIB, ni la renta per capita de sus ciudadanos. Por más que se empeñen los organismos nacionales cubanos y las cátedras especializadas de las universidades norteamericanas, no existe ningún medio para medir el valor de la producción de bienes y servicios cubanos. Conscientes de esta limitación, los burócratas del régimen se dedican a elaborar y publicitar estadísticas de producción, en toneladas, metros u otras unidades físicas, de todo tipo de bienes. Que esos bienes se hayan producido, que tengan algún valor práctico, o que su calidad permita que se aprovechen, no es relevante para el régimen. Igual ocurre con los servicios. Lo importante para el régimen y sus estudiosos es resaltar que en Cuba no hay analfabetismo, y que se licencian anualmente decenas de miles de maestros, médicos e ingenieros. Lo que sepan no importa.

Hay que reconocer que el régimen ha conseguido la aceptación, por parte de los organismos interesados en la economía cubana, de que sus estadísticas se hayan traducido a un nivel de renta per capita y a un PIB nacional comparable con los del resto de los países, lo cual es un error imperdonable. En Cuba no hay precios. Todo es tan falso como lo eran las estadísticas de Alemania Oriental, que parecía ser una economía avanzada antes de que la reunificación pusiera al descubierto su miseria. En Cuba solo hay tres o cuatro objetivos económicos medibles. Siempre cuantitativos, nunca valorables monetariamente.

Sin embargo, no cabe duda de que mantener alimentada y formalmente educada a una población que ha pasado de 6 millones de habitantes en 1959 a 11 millones en 2010, sin un sistema económico digno de ese nombre, es un logro, que puede explicarse, en gran parte, por una serie de factores económicos que se exponen a continuación, pero que resultan insuficientes. Para explicar la supervivencia del régimen hay que tener en cuenta los factores políticos: la realidad de una tiranía bien organizada, que cuenta con el miedo, y con el terror continuo, para mantener mínimamente activos a todos los trabajadores cubanos. Los factores económicos por sí solos, aunque importantes, como se verá a continuación, no pueden explicar el mantenimiento de un régimen tan ineficiente como el cubano.

Cuba era un país próspero en 1959. Con una moneda solida, convertible en dólares, con un nivel de analfabetismo de sólo el 21% (en España era de más del 32% ese año), con una cultura moderna, con un comercio exterior equilibrado y cada vez más diversificado, y, lo más importante, con un nivel de formación profesional de primer orden en muchos sectores, empezando por el educativo, el sanitario y el de la producción agraria. Por más que, políticamente, fuera un país corrupto, una auténtica república bananera.
Muchas de las infraestructuras existentes en ese momento (carreteras, puertos, aeropuertos, ferrocarriles y viviendas y otras edificaciones) siguen siendo utilizadas en 2011. En más de 50 años apenas se han construido 300.000 viviendas, de una espantosa calidad, mientras la población se ha doblado. Por eso los cubanos viven hacinados en las antiguas viviendas construidas antes del triunfo de la Revolución.

Cuba es el país que más ayuda exterior ha recibido en el mundo, en términos absolutos y relativos, en estos 50 años. De la URSS, de los países del este europeo hasta su liberación y de Venezuela, desde que Chávez se hizo con el poder.
Ha sido una ayuda en forma de bienes físicos, como el petróleo, el trigo, los fertilizantes y el acero, o de construcción de fábricas –aunque con tecnología soviética– o de créditos para utilizar en los países del antiguo COMECON. Imposible calcular cuánto supuso esa ayuda. Ciertamente más del 30% del PIB desde finales de los sesenta hasta la desaparición de la URSS. Además de la ayuda directa, Cuba recibía créditos de los países comunistas. Sólo en créditos impagados, Cuba debía más de 30.000 millones de "rublos convertibles" a Rusia en 1991. Más del 100% del PIB cubano de ese año.

Por otra parte, la colaboración militar, que no aparece en ninguna estadística, ni en las soviéticas ni en las cubanas, multiplica lo recibido por Cuba, que tuvo en África ejércitos de miles de hombres a los que la URSS armaba pero a los que Cuba aportaba la tropa, junto con decenas de miles de educadores y sanitarios que nunca sabremos cómo se financiaban pero que posiblemente, en parte, se hacía con dinero cubano, a costa de la economía nacional. Son innumerables los casos que cuentan los exiliados de ocasiones en los que se "canibalizaron" plantas industriales para conseguir equipos para enviar a África. O del desplazamiento de técnicos y especialistas, a los que se "sugería" que pasaran unos años en algún país africano, aunque ello supusiera la paralización de otros proyectos imprescindibles para la economía cubana.

A partir de 1971/72 Cuba se convierte, aparentemente, en una economía socialista más y los países occidentales, sus bancos y sus gobiernos, consideraron que el riesgo político había desaparecido. En apenas 10 años, Cuba se endeudó en más de 6.000 millones de dólares. En 1983, como resultado del deterioro de una economía que no fue capaz de soportar las guerras africanas y el suministro a la población de servicios médicos, educativos y de productos alimenticios sin ningún tipo de pagos ni de impuestos, así como de decisiones económicas incoherentes por parte de Fidel Castro, Cuba suspendió pagos en divisas. Veintiocho años después, en 2011, todavía no se ha sentado en la mesa de negociación con sus acreedores. Los créditos exteriores impagados, desde mediados de los ochenta, a los países de economía de mercado deben sumar, hoy, alrededor de 10.000 millones de dólares.
Hasta la desaparición de la URSS, Fidel Castro no permitió el desarrollo del turismo, al que tachaba de corruptor. Después, en el "periodo especial", cambió la política hasta el punto de que las "jineteras" y "jineteros" se convirtieron en uno de los mayores atractivos del turismo cubano.
Desde entonces, desde 1991/92 hasta hoy, se ha permitido que en algunos sectores generadores de divisas –turismo (con el que se ingresan, en bruto, alrededor de 2.500 millones de dólares), tabaco y minería (níquel), básicamente– entrara inversión extranjera, aunque siempre en minoría, en empresas mixtas. La parte cubana está representada en esas empresas por la policía política, los militares o los burócratas más próximos a la familia Castro. Los ingresos de divisas, tanto de la inversión como de la actividad corriente, se utilizan para hacer las importaciones imprescindibles para cumplir con los objetivos que se marque el régimen, que nunca se sabe cuáles van a ser. Todo sigue, incluso hoy, dependiendo de las ocurrencias de Fidel Castro.
El mayor generador neto de divisas es la comunidad cubana exiliada, que suman hoy alrededor de dos millones de personas y que transfieren a sus familiares alrededor de 1.000 millones de dólares anuales para que puedan sobrevivir. Esas divisas sólo se pueden gastar, en teoría, en los comercios públicos instalados por el régimen donde, a precios de expolio, los afortunados con un familiar generoso en el exterior puedan comprar bienes imprescindibles para sobrevivir.
Estos factores, la herencia del pasado, la ayuda y los créditos del socialismo, los créditos occidentales, las inversiones extranjeras en los sectores generadores de divisas, el turismo y las transferencias de los exiliados a sus familiares, explican el origen de los fondos de los que ha dispuesto, y dispone, el régimen castrista para permitir que la economía cubana siga renqueando.

La falta de un sistema económico mínimamente racional explica, a su vez, que esa ingente suma de factores positivos se haya traducido, solamente, en el mantenimiento de un mínimo nivel de vida, mientras la capacidad de producción autónoma de la economía cubana es cada vez más reducida. Hasta el punto de que incluso la producción de azúcar es un 70% inferior a la de 1959.

Pero las carencias económicas no se explican sólo por la irracionalidad del sistema económico. Desde 1959 ha habido otros objetivos que han absorbido una gran parte de los recursos disponibles:

El aparato policial y represivo. Cuba es una dictadura en la que lo único que funciona es la policía, que utiliza la violencia y el miedo de una población sometida, a la que se obliga a trabajar por sueldos de miseria, así como para evitar cualquier tipo de contestación al régimen. Un aparato represivo de esta naturaleza ha absorbido, y absorbe, una gran cantidad de recursos económicos.
El ejército. Durante muchos años el primero –o el segundo, tras Brasil– más poderoso de América Latina. Las guerras explican el papel de los militares en la Cuba actual. Los mandos manejan una parte sustancial de la economía generadora de divisas y controlan los sectores económicos internos más sensibles para el mantenimiento del régimen. Y siguen suponiendo un coste muy elevado para una economía en contracción o en estancamiento permanente.
Las intervenciones en el exterior. No sólo en el pasado, en América Latina, Medio Oriente y África. No sabemos cuánto cuesta la presencia de militares, policías, médicos y otro personal sanitario y educadores en Venezuela. No es imposible que, si se pudiera valorar, el coste para la economía cubana fuera superior a los subsidios que recibe de Chávez. Pero, nuevamente, lo importante no es la economía sino lo que decida "el comandante".
El factor clave, el que explica –como se ha expuesto anteriormente– que pueda mantenerse un régimen tan ineficiente económicamente, es el miedo. Los cubanos críticos con el sistema saben que si manifiestan sus opiniones tanto ellos como sus familiares perderán su trabajo, y que sus hijos serán discriminados en las escuelas y que no podrán estudiar en la universidad. Saben que tendrán que buscarse la vida en la economía informal o conseguir la ayuda de algún familiar que viva en el extranjero. Y si sus críticas suben de tono y se convierten en disidentes saben que ellos, y sus familias, serán golpeados aleatoriamente y encarcelados por tiempo indefinido.

El miedo del conjunto de los trabajadores y del resto de la población consigue, sin embargo, el mantenimiento de un cierto nivel de producción nacional, así como de intercambio y venta de lo producido en las empresas públicas a los precios que dicta el régimen. La economía cubana es un no-sistema económico, en el que los bienes y servicios se producen, se intercambian y se distribuyen en función de los precios –y en las cantidades– que decidan las autoridades. Que, a su vez, no tienen otro remedio que apoyarse en la práctica de 50 años de transacciones obligatorias para conseguir, finalmente, suministrar algunos bienes y servicios finales a la población, al ejército y al aparato represivo.

No hay nada más incierto que la forma en que terminará la dictadura castrista. Lo que sabemos de otros regímenes dictatoriales de países comunistas o del tercer mundo en los que el poder se ejerce, o se ha ejercido, con carácter exclusivamente personal, como Corea del Norte, China, Siria e Irak es que en todos los casos los dictadores intentan imponer una sucesión familiar, que puede tener éxito o no. En el caso de Cuba, Raúl, heredero de su hermano, no tiene sucesor. Su dinastía se extinguirá con la desaparición de ambos.

El poder se lo disputarán los militares y la policía política y el resultado es imprevisible. Pero parece difícil creer que un régimen tan personalista como el cubano pueda sostenerse sin grandes cambios, políticos y económicos.

«Todas las empresas generadoras de divisas ya se han repartido entre la policía, los militares, la familia y los burócratas más afines a los Castro. Habrá luchas entre esas mafias.»Si hubiera una revolución, pacífica o violenta, el cambio económico sería inevitable. Si hubiera una transformación a la china, lo que sin duda quiere toda la nomenclatura cubana, habría en lo económico grandes cambios, incluyendo la privatización de la mayoría de los activos del sector público.

Pero el proceso de privatización no será como el de la Rusia de Yeltsin. Todas las empresas generadoras de divisas ya se han repartido entre la policía, los militares, la familia y los burócratas más afines a los Castro. Habrá luchas entre esas mafias, venganzas y reasignación de participaciones. Pero la nomenclatura intentará poner en valor sus activos abriendo la economía y privatizando para obtener, finalmente, patrimonios personales y no sólo corporativos.

Lo que es seguro es que, económicamente, Cuba pasará por una época caótica, en la que todo dejará de funcionar. Hasta que la libertad en la fijación de precios determine qué es y qué no es rentable producir. Un periodo de transición en el que desaparecerá una parte sustancial de la industria y en el que deberían producirse inversiones en el sector agrario –de una tierra que tendrá que ser propiedad de alguien– y en el sector del turismo, el más claramente competitivo. Una transición que tendrá que soportar una población envejecida demográficamente, que no contará con pensiones públicas cuando se retire ni servicios médicos mínimamente aceptables.

Tendrá, sin embargo, la posibilidad de apoyarse en las inversiones que pueda llevar a cabo la colonia cubana que vive en el exterior, que sabe que puede contar con un nivel de formación media de la población cubana, junto con un conocimiento exhaustivo de la situación de las infraestructuras y de los diferentes sectores económicos. Los capitales necesarios para ir reconstruyendo la economía existen en potencia. Lo que, lógicamente, no va a ocurrir es un proceso de inversión desde el exterior sin un proyecto político que ofrezca un mínimo de seguridad a todos, trabajadores, empresarios e inversores.

martes, 7 de junio de 2011

LA GUAYABERA ORIGINAL.

¿Por qué se le puso GUAYABERA a esa prenda de vestir?

La guayabera, esta fresca y elegante camisa, principalmente típica durante los calurosos meses del verano tan original y propio de Cuba, ha adquirido una publicidad especial en los últimos años. Ciudadanos de otras naciones, no solamente en la América Latina, sino en otros lugares también, han reclamado a esta vestidura como original de esos países. Sin embargo, Cuba puede demostrar cuan equivocados todos están, pues este sencilla camisa se originó en la Perla de las Antillas.La historia enseña que estas camisas se originaron en Sancti Spiritus, Cuba, ciudad fundada por don Diego Velázquez en 1514, siendo ésta la sexta villa establecida en esa preciosa isla.Corría el año 1709 cuando llegaron a dicha ciudad, procedentes de Granada, la bella e histórica ciudad andaluza, don José Pérez Rodríguez y su esposa Encarnación Núñez García. José era de Oficio alfarero y generalmente lo llamaban «Joselillo». Al poco tiempo de haber llegado a Sancti Spiritus, ya se había construido una nave en las márgenes del río Yayabo, el cual cruza la parte sur de la ciudad de oeste a este. Después de estar trabajando un corto tiempo en su alfarería, o tejar como también comúnmente se le llama, recibieron varias piezas de tejidos que sus familiares les enviaron desde España.Fue inmensa la alegría que ambos experimentaron cuando les fue entregado el paquete de tela, porque Encarnación, como la mayoría de las mujeres en esos tiempos, era costurera. Tiempo más tarde Josélillo dirigiéndose a Encarnación, en su típico «andalucismo" le dice: « Encarnación, estoy pensando que sería muy ‘gúeno’ que me hicieras camisas largas con bolsillos grandes a los lados, ‘asiná’ como gabán, para poder llevar la fuma y otras cosillas al «talle".No fue fácil, pero después de varias pruebas Encarnación pudo coser una prenda de vestir que fue del agrado de su querido esposo. Josélillo, con mucho orgullo por ser una pieza original de su esposa, comenzó a usarla y al poco tiempo los guajiros -como llaman en Cuba a los campesinos-de la comarca, viendo la comodidad y la economía que resultaba de esta prenda de vestir, también comenzaron a usarla.En la ciudades, los poblanos lanzaron contra esta nueva vestidura todos los improperios que se les ocurrían; a lo menos decían que era mejor no vestirse; que parecían mamarrachos los que usaban. Ni las clases bajas de los pueblos eran capaces de salir a la calle con esta vestidura. Pero como la historia nos ha enseñado de que tarde o temprano el progreso seguirá avanzando, unos años más tarde los poblanos más humildes se atrevieron a usar la susodicha prenda y despacio, pero a seguros pasos, fue extensamente adoptada posteriormente por gente de la clase media, si bien con ciertos temores de ser criticada.A los nativos de Sancti Spiritus actualmente se les conoce como espirituanos o espirituanas, pero en aquellos tiempos también se les conocía como «yayaberos" o «yayaberas", nombre que provenía del antes mencionado río Yayabo, y por este motivo a esta vestidura se le indentificaba como «yayabera". Además, alrededor de Sancti Spiritus- mi pueblo-abundaban plantas diversas variedades de esa deliciosa fruta que es la guayaba. Como esta camisas siempre han tenido al frente dos bolsillos bastante grandes, los guajiros acostumbraban llevar guayabas en estos bolsillos y de esta costumbre nació el nombre de «guayabera", sustituyendo el de «yayabera", como le llamaban a las mujeres del pueblo. Así nació la siguiente cuarteta trovadoresca local:Y la llaman guayabera por su nombre tan sencillo por llenarse los bolsillos con guayabas cotorreras.El tiempo permitió diversas variaciones, no solamente en su nombre, si no también en su estilo. Se les añadió las muy bien confeccionadas alforcitas y se les agregó una serie de botones por todas partes. Pero la variación más significativa nació durante las guerras de independencia de Cuba, desde 1868 hasta 1898. Cuba está reconocida por haber alcanzado su independencia con las cargas de caballos guiados por los libertadores, machete en mano. Como el machete sobresalía más arriba del cinto, por debajo de la guayabera, la guayabera fue alternada con dos aperturas laterales para facilitar la rapidez para desenfundar el machete.Nuestros venerables veteranos de esas guerras usaban las guayaberas de hilo porque era un puro símbolo de patriotismo, y en su pecho colgaban la bandera tricolor con la estrella solitaria y la medalla de oro que los distinguía como libertadores. El general Calixto García y sus ayudantes de guerra usaban esta prenda de vestir. La guayabera, por la espalda, muestra el diseño de la bandera cubana.Durante nuestras luchas libertadoras, los españoles consideraban ejecutor de una tremenda traición, al cubano que usara una guayabera con este diseño en la espalda, y aquellos cubanos capturados usando este tipo de camisas eran inmediatamente fusilados.El primero de julio fue escogido por el Gobierno de la República de Cuba, para celebrar cada año El Día de la Guayabera, ya que fue en esa fecha el nacimiento del poeta cubano Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, más conocido como « El Cucalambé" (1829-1862), quien escribiera varias décimas cubanas, siendo el primero en mencionar la guayabera en una composición. A continuación reproducimos dos de las muchas «décimas" cubanos dedicadas a la guayabera:
¡ Oh, guayabera !
camisa de alegre botonadura.
Cuarto bolsillos, frescura,
de caña brava y de brisa.
Fuiste guerra mambisa
con más de un botón sangriento
cuando el heroico alzamiento,
y por eso la Bandera
tiene algo de guayabera
que viste al galán del viento.

Invasora espirituana,
comenzaste tu invasión
y entre Júcaro y Morón
te llamaban «La Trochana".
Te quiso, «Camagúeyana"
el Camagúey noble y bravo,
hasta que al fin,
desde el Cabo de San Antonio a Maisí
Cuba no viste sin tí,-
Onda fresca del Yayabo.

sábado, 16 de abril de 2011

Honra a los hermanos y amigos caidos ya hace 50 anos atras.

Bahía de Cochinos: la invasión que quiso cambiar la historia cubana 17 de abril de 1961, 1.400 exiliados apoyados por los EEUU desembarcaron en su país. A 50 años de la operación, el Capitolio rindió homenaje a los sobrevivientes. En 1961 la Revolución Cubana tenía apenas dos años. Pero en ese tiempo se habían generado suficientes problemas con su vecino demasiado cercano y demasiado poderoso, los Estados Unidos, como para que las relaciones diplomáticas normales pudieran mantenerse. La nacionalización de intereses norteamericanos en Cuba más las medidas de presión política y de expropiación económica llevaron primero al cese de los contratos azucareros -una fuente de ingresos fundamental para la isla- y luego de la provisión de petróleo. Por fin, en enero de 1961, el presidente Dwight Eisenhower rompió los vínculos con el gobierno revolucionario. Fidel Castro comenzó a acercarse más y más a la Unión Soviética, de la que su país acabaría siendo un satélite. Un aliado de Moscú a 90 millas de la costa era un problema muy difícil en los momentos más agudos de la Guerra Fría. Desde marzo de 1960 Eisenhower había delegado en manos de la Central de Inteligencia (CIA) la búsqueda de una solución al problema. Bajo la dirección de Allan Dulles, el organismo comenzó a desarrollar la Operación Pluto. El segundo de Dulles, Ricard Bissell Jr., reclutó a cubanos anticastristas para una invasión, según los documentos desclasificados en 1998. El entrenamiento comenzó en Guatemala y Nicaragua. En esos entrenamientos murió Carlos Rafael Santana Estévez, el combatiente número 2506. Su número dio nombre a la Brigada. Mientras el plan avanzaba, Eisenhower dejaba la Casa Blanca y John Fitzgerald Kennedy lo sucedía. 1.400 exiliados en la oscuridad En la madrugada del 17 de abril de 1961 los 1.400 exiliados cubanos desembarcaron de cuatro buques en Bahía de Cochinos, una zona cenagosa que Castro conocía bastante mejor que ellos de los tiempos de la lucha guerrillera. Debían bajar tanques y municiones, cavar trincheras y establecer contacto con las fuerzas locales que los esperaban. Sin embargo, se demoraron. Las condiciones geográficas eran más difíciles de lo que esperaban. Castro estaba al tanto de la invasión por una comunicación cifrada desde Guatemala, que el periodista argentino Rodolfo Walsh -que se hallaba en Cuba como cofundador de la agencia oficial Prensa Latina- había interceptado y desentrañado. Desde una semana antes, el gobierno hacía detenciones masivas de opositores. Castro movilizó a 20.000 hombres, muchos de ellos ciudadanos sin formación militar, que asumieron un compromiso personal en el combate. El día anterior, en el entierro de siete cubanos muertos por un ataque aéreo de fuerzas estadounidenses, había confesado su credo político. "Lo que el imperialismo no puede perdonarnos es que hayamos hecho una revolución socialista bajo las narices de los Estados Unidos". Más importante aún: había convertido el acto en una arenga patriótica. "¡Y defenderemos con estos rifles esta revolución socialista!", había dicho. Eran los primeros tiempos de un movimiento político que había puesto fin a la dictadura de Fulgencio Batista. Kennedy, mientras tanto, decidía que no habría más apoyo a los exiliados para un ataque que implicara una mayor exposición del país. Ya los bombardeos y la muerte de cuatro pilotos estadounidenses le parecieron costos públicos demasiado altos. 66 horas de combates Fidel Castro estaba en su casa cuando un oficial del Ministerio de Defensa cubano le dio la noticia: 1.200 hombres habían desembarcado en Bahía de Cochinos. No manifestó asombro. En Miami la prensa había cubierto los pasos de José Miró Cardona, dirigente de los exiliados en los Estados Unidos que se había proclamado líder del Frente Unidos Revolucionario que tomaría provisoriamente el poder luego de una invasión. Aunque el gobierno de Kennedy intentó que las operaciones se mantuvieran en la mayor discreción, las radios y los diarios trataban el caso en episodios. Quizá el error más grande -según los expertos en el gobierno de Kennedy- sucedió dos días antes del desembarco y selló su suerte. Los ocho bombarderos que debían destruir la flota de aviones de Castro la dejaron casi intacta. Pero constituyeron suficiente aviso de la inminencia de los acontecimientos. "Si este ataque aéreo fuera preludio de una invasión, el país, en pie de lucha, resistirá y destruirá con mano de hierro cualquier fuerza que intente desembarcar en nuestra tierra", dijo Castro en un discurso sobre los bombardeos del 15. Los combates duraron 66 horas. Un nuevo libro, The Brilliant Disaster, de Jim Rasenberger, reproduce los angustiados mensajes de radio de los rebeldes que nunca recibieron la ayuda logística que esperaban, ni siquiera de un task force de la marina ubicado en un buque a pocas millas de la ciénaga donde se hallaban en la bahía. Sin el factor sorpresa y sin el apoyo de Kennedy, los 1.400 quedaron librados a su suerte. Ni siquiera la geografía estuvo a su favor. Además de los cuatro pilotos, 114 brigadistas perdieron la vida, diez de ellos luego de haberse rendido, mientras los transportaban encerrados en una rastra -un accidente que el gobierno castrista dijo lamentar. También hubo bajas entre los locales: 156 cubanos murieron en la defensa del gobierno revolucionario. Las pérdidas El resto de la Brigada 2506, 1.202 hombres, fue detenido. Las negociaciones por su liberación duraron 20 meses: tanto fue el tiempo que los brigadistas pasaron la zozobra de la Crisis de los Misiles como prisioneros. Por medio de la gestión personal del hermano del presidente y ministro de Justicia, Robert Kennedy, ante las compañías farmacéuticas y de alimentos, se cumplió el acuerdo con Castro: 53 millones de dólares en compotas y vacunas para niños. El primer contingente de brigadistas liberados llegó a los Estados Unidos el 23 de diciembre de 1962. Seis días más tarde Kennedy los honró en un acto en el Orange Bowl de Miami. "Les aseguro que esta bandera regresará a la Brigada en una Habana libre", les dijo al recibir el símbolo que le regalaron. La ilusión no conmovió a los combatientes, que hasta el día de hoy se sienten traicionados por el ex presidente demócrata asesinado en 1963.

lunes, 11 de abril de 2011

Cuba y sus espias por mas de medio siglo.


El aire enrarecido


En 1992 un amigo de mis hijos me comentó que "en Villa condecoraron a un disidente", le corregí explicándole que sería a un "dirigente" pero lo negó, aclarando que se trata de "uno de esos de los Derechos Humanos". Pocos días después pude averiguar que el representante en Cuba del ala más dura, radical y poderosa del exilio era en realidad un agente de la Seguridad del Estado que había sido infiltrado durante años en la disidencia. Han pasado dos décadas pero la saga no se detiene, cada cierto tiempo aparecen nuevos agentes, personas a las que conocemos y consideramos anticastristas convencidos pero que en "el próximo capítulo" terminan siendo todo lo contrario. Con el tiempo se comprende que a nuestro alrededor se mueven fuerzas ocultas, espías octogenarios, disidentes condecorados, periodistas no tan independientes, blogueros-criptologos, agentes secretos masones, académicos y artistas. Conozco a muchos de ellos, leo a Dagoberto, visité la casa de Baguer, tomé café con Yoani, discutí con Orrio, entrevisté a Collera, publiqué los informes de Elizardo y hasta estuve medio emparentado con uno de los espías. También me relacioné con los diplomáticos de Estados Unidos que actúan la serie. Con Kozak la relación no duró mucho, dejó de invitarme a las recepciones cuando le propuse levantar el embargo económico para dejar a Castro sin excusas. Vicki fue más diplomática, me invitó a comer a su casa y me explicó cómo debía informar sobre Cuba. Lo paradójico es que la señora defiende ahora las mismas cosas que criticaba cuando dirigía la sede de su país en La Habana. Cason se limitó a no dirigirme la palabra. Las cosas empezaron a mejorar con Parmly que nos distinguió usando las noticias de la BBC en su pancarta lumínica gigante. Mientras que Farrar nos recomendó como fuente confiable en sus cables secretos. Estos programas de la TV cubana pretenden demostrar que detrás de todas las tramas está la mano de Estados Unidos, dejando claro a la vez que el gobierno cubano tiene muy bien controlada la situación. Y verdaderamente dan esa impresión. La imagen de una oposición completamente infiltrada es clave para mantenerla aislada. Ya en los 60 se decía que la mayoría de los jefes de la "contrarrevolución" eran agentes de la Seguridad y desde entonces "queman" periódicamente alguno como medida profiláctica. Pero si la actividad de espionaje le ha hecho daño a la disidencia mucho más se lo hace su vinculación con Estados Unidos. Basta ver la imagen de un opositor conversando con un diplomático estadounidense para que se despierte la suspicacia de los cubanos. En la serie todos los hilos se relacionan de una u otra forma con Washington algo que en Cuba es políticamente muy rentable, por lo menos hacia el sector de la población que mira a Estados Unidos con un recelo que se arrastra desde el siglo XIX. Algunos lo saben. Eloy Gutiérrez Menoyo, quien combatió a Fidel Castro y hoy vive en Cuba, se niega a conversar con los norteamericanos a menos que esté la prensa delante, "no tengo nada que ocultarle al pueblo cubano", me explicó. Medio siglo de intentos frustrados demuestran cuán difícil es lograr que la mayoría de los cubanos se monten en un tren conducido por los vecinos del norte. Por eso el eje de esta serie es seguir la ruta del dinero hasta encontrar su fuente. Claro que tampoco hace falta una gran investigación, el senador John Kerry acaba de confirmar que se dedicaron US$150 millones a la "promoción de la democracia en Cuba" pero asegura que no soltará un centavo más si no le explican en que se los gastaron. Por si fuera poco "mete en el potaje" a Alan Gross e insinúa que esa política provocó "que el Gobierno cubano arreste a un contratista del Gobierno de Estados Unidos que estaba distribuyendo equipos de comunicación satelital". Todas las alarmas se han disparado porque John Kerry, como Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, exige también que la Oficina de Supervisión del Congreso investigue el destino de todos esos millones. En fiscalizaciones anteriores aparecieron facturas de sierras eléctricas, de bombones y de abrigos de cuero "para la disidencia", y un destacado "luchador por la democracia en Cuba" terminó en la cárcel por robar medio millón de dólares. "Ese dinero quemará las manos del que lo toque", profetizó hace una década el disidente Elizardo Sánchez. Estas "ayudas" son tan contraproducentes que en vez de fortalecer a la oposición la debilitan en lo político, la dividen internamente y la aíslan de la gente. A veces me pregunto cómo hubiera sido Cuba sin la presencia de ese Gran Hermano tratando de influir en los destinos de la isla desde antes incluso de su nacimiento como país. Es difícil saberlo pero sin dudas sería una nación muy diferente.

martes, 22 de marzo de 2011

El automovilismo deportivo en Cuba (parte II)
La carretera La Coloma, en Pinar del Río, fue escenario de memorables carreras de autos.
Emilio J. Lezcano/ Especial para martinoticias.com 22 de marzo de 2011

Foto: Foto archivo M. L. Chávez
Así quedó el Jarguar D-Type de Gómez Mena que aparece con una venda en la frente.
Para muchos cubanos seguidores del automovilismo deportivo no le es familiar el nombre de La Coloma, un pequeño pueblo pesquero localizado al sur de la provincia de Pinar del Río. Su fama, en esa época, le llegaba por un puerto importante, la encantadora playa Las Canas y también por sus dos fábricas de conservas Comodoro y Reina del Caribe.
Sin embargo, en el mes de mayo de 1918, comenzaron algunas carreras de automóviles en la provincia de Pinar del Río, organizadas por la Asociación de Choferes y la Casa Consistorial Pinareña. La primera competencia automovilística se desarrolló con un recorrido –ida y regreso- entre la ciudad de Pinar del Río hasta el Puerto de La Coloma.
Según un reportaje aparecido en el periódico pinareño “La Fraternidad”, en su edición del 22 de mayo de 1918, y refiriéndose al evento, publicó lo siguiente: “El primer premio en carrera abierta correspondió a una cuña de la marca Cadillac, conducida por el driver Marcelino Amador. En esa carrera también compitieron un automóvil marca Ford y otro Muced”.
Agregando más información sobre el evento señalaba: “En la segunda categoría el premio le fue adjudicado al chofer Rafael Arias y en segundo lugar entró en la meta Margarito Santa Cruz que manejaba la máquina número 10 de la marca Overland. En la categoría marca Ford obtuvo el primer premio la número 5, conducida por Virgilio García y en segundo lugar llegó la número 2 piloteada por Justo Pérez Paz. Estas carreras fueron presenciada por más de cinco mil personas que, en su mayoría, se situaron a lo larga de la carretera a La Coloma.”
Al año siguiente, el 10 de octubre de 1919, se volvió a celebrar esta carrera, en la cual perdió la vida el piloto Justo F. Caraballo. Según testigos presentes dijeron que el auto abandonó la ruta y chocó contra un árbol situado en el kilómetro 7 de la carretera Pinar del Río a La Coloma. Más tarde se levantó un pequeño obelisco con el diseño de una llanta y un neumático de mármol en honor al piloto fallecido.
De acuerdo con una información aparecida en el periódico “La Tarde”, de Pinar del Río, se celebró la última competencia Pinar del Río–La Coloma (ida y regreso) en el año 1924. La Comisión Organizadora de este evento estuvo encabezada por el Alcalde Municipal, Juan María Cavada y del Haya. La bandera verde se agitó a las ocho de la mañana en la calle Martí y la Calzada de La Coloma y los autos partieron con un intervalo de 3 minutos.
Los resultados, de acuerdo al periódico, fueron los siguientes: “Justo Pérez Paz, ganador en la cuarta categoría, al volante de un Ford modelo T, con un tiempo de 33 minutos, 50 segundos y seis décimas. La victoria en la tercera categoría fue para Manuel Castilla, corriendo un Chevrolet, quien realizó el mejor tiempo con 32 minutos, seis segundos y dos décimas. En la segunda categoría el vencedor fue Eulogio Ochoa, con una máquina marca Dodge, que consumió 32 minutos, 56 segundos y seis décimas. En la categoría abierta el primer lugar fue para José Rossum, con un Cunnigham y tiempo de 21 minutos y 46 segundos. Segundo lugar Ricardo Campas con 23 minutos, 40 segundos y tercer lugar Marcelino Amador con tiempo de 30 minutos y 40 segundos”.

Foto archivo M. L. ChávezEl Buick Century No. 18 del ganador Rafael Gallinat en 1955.
Más tarde, en el año 1954, las carreras comenzaron a tener más popularidad con los trazados interprovinciales, y fue el “20 de Mayo de 1954”, coincidiendo con la celebración del 52 Aniversario de la Independencia de la República de Cuba, que miles de personas de dieron cita a lo largo de la Carretera Central para presenciar el inicio de la primera carrera Pinar del Río-La Habana, organizada por el periódico capitalino Avance.
Según datos de la época la salida estaba situada en la calle Vélez Caviedes, frente a la fábrica de refrescos Jupiña, pasando a través de las localidades de Consolación del Sur, entronque de Herradura, San Cristóbal, Candelaria, Las Mangas, Artemisa, Guanajay, Bauta, Punta Brava y terminaba en el Malecón habanero.
A las nueve de la mañana se agitó la bandera anunciando el comienzo de la competencia, y la distinción del primer coche en partir le tocó al piloto José Salazar Cubillas. El ganador en la categoría (Especial) fue J. Gómez quien manejó un Jaguar y cubrió la distancia con un tiempo de 1 hora 25 minutos y 30 segundos; categoría (Stock Modificado), S. González al volante de otro Jaguar 1h 15’ 32”; categoría (Sport), P. Ovies, con un Alfa Romeo 1h 25’ 5” y finalmente en la categoría (Stock) M. P. de la Mesa guiando un Lincoln 1h 14’ 56”. Como un dato interesante en esta carrera el piloto Inocente Gómez manejó uno de esos autos “caseros” que se reconstruían en los garajes y que le llamaban ‘corta y clava’, con un motor Jaguar.... y terminó la carrera!
Antes de la carrera ocurrió un aparatoso accidente cuando el piloto Manuel López Chávez, salió a practicar, pero antes le prestó su MG a un amigo quien perdió el control del auto y chocó contra un poste del tendido eléctrico. Chávez salió disparado por el parabrisa recibiendo lesiones en la cabeza y un brazo. López Chávez estuvo en el evento, como espectador, con la cabeza vendada y un brazo enyesado. Entre los autos participantes se encontraban: Jaguar, M.G. y Austin Healy de Inglaterra, Alfa Romeo, Italia y representando a los Estados Unidos las firmas Studebaker, Lincoln, Buick, Lincoln y Ford.
Al siguiente año, en la misma fecha, se celebró el “II Clásico Avance Pinar del Río-La Habana”, con un total de 49 autos inscriptos y el ganador fue Rafael Gallinat, piloteando un Buick Century en la categoría (Stock A), cubriendo la distancia de 172 kilómetros en una hora, nueve minutos y 41 segundos, a una velocidad promedio de 148.821 kilómetros por hora. Otros ganadores en sus respectivas categorías fueron: Gerardo Gómez, con un Ford (Stock B), 1 hora 17 minutos y 35 segundos y Manuel Pacheco, guiando un Jaguar, (Sport) 1 hora 16 minutos y 6 segundos.
Durante la celebración del “III Clásico Avance Pinar del Río-La Habana”, en el año 1956, y para la satisfacción de los pinareños, el piloto local Mario Padrón cargó con la victoria en la categoría (Stock A) al volante de un Studebaker ‘Golden Hawk’, con un tiempo de 1 hora 5 minutos y 53 segundos. Padrón cubrió la distancia con una velocidad promedio de 157.48 kilómetros por hora. El ganador en la categoría (Stock B) fue Jorge Galtés manejando un auto Ford, 1h 9’ 14”; y en categoría (Sport) Diego Febles al volante de un Austin Healy, 1h 5’ 35”. Desafortunadamente durante este evento se registró un lamentable incidente cuando el piloto Alfonso Gómez Mena perdió el control de su Jarguar D-Type, y chocó con una casa situada en el crucero de Montequín, causando la muerte de un subteniente retirado del ejercito llamado Zacarías Borrego, además de varias personas heridas.
En el año 1957 se celebró la última edición del “IV Clásico Avance Pinar del Río-La Habana”, y para honrar al piloto Marcelino Amador, ganador de la carrera Pinar del Río La Coloma, en el año 1918, fue invitado a bajar la bandera para dar inicio al evento. Con la participación de 33 autos en distintas categorías los resultados fueron los siguientes: Santiago González, Mercedes Benz 300 SL, categoría (Sport A) con un tiempo de 1 hora, 02 minutos y 32 segundos. Otros ganadores: Diego Febles, Triumph TR-2 (Sport B); 1 hora, 11 minutos, 08 segundos; Abelardo Carrera, Buick Special, (Turismo A), 1 hora, 05 minutos, 13 segundos e Inocente Gómez, Packard, (Turismo B), 1 hora, 10 minutos y 02 segundos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Por Alberto Luzarraga - Cuba Pies en la Tierra.

Sobre Cuba: Pies en la Tierra

Por: Alberto Luzárraga


Se escribe tanto sobre el proceso cubano del momento que es fácil perder el enfoque. Intentemos resumir los puntos más importantes.

Políticos:

1- Al mundo le importa un comino el problema cubano. Hay contadas excepciones de políticos y parlamentarios europeos y americanos pero a nivel de estado así es. Como de costumbre, solo cambiará cuando sea notorio el caso por rebelión del pueblo y represión abierta.

2- La política, si es que puede llamársela así, es esperar acontecimientos. Es la política de los EE.UU y de Europa. Ningún estado pide que Castro se vaya a la Mubarak. Tan solo que sea menos ‘represivo.’

3- Los inversionistas extranjeros amigos de los Castros y su entorno desearían una transición ‘ordenada.’ Quiere decir, pasar la herencia a fidelistas menos conocidos, preferiblemente hijos y familiares de los que detentan el poder, con los que mantendrían y aumentarían sus negocios. Es una quimera dada la situación actual pero aún intentan ese resultado.

4- Los geriatras y represores de mayor cuantía no quieren soltar el poder de ninguna forma. Desde su punto de vista es mejor morirse en Cuba que exiliarse y correr riesgos de persecución por la justicia y pleitos sobre el origen de sus fortunas. Es el síndrome Gadaffi quien asegura que morirá siendo un héroe. Veremos si como en Libia, muchos abandonan el barco cuando empiece a zozobrar.

5- Los represores de menor cuantía no tienen ni cerebro, ni ganas de rebelarse y perder sus prebendas, que serán miserables para casi todo el mundo pero no para ellos. Son usados y serán desechados cuando les convenga a los mandones de turno.

6- Pero hay represores y cuadros de gobierno más inteligentes. Saben que aquello dura solamente ‘x’ tiempo y ya planean su transformación en discípulos de Adam Smith asociados con cuanto cubano sin escrúpulos puedan encontrar y/o compañías extranjeras. Repetir la experiencia oligárquica rusa es su aspiración y hace tiempo que están en ello. Levantar el embargo no le conviene a Castro que pierde una de sus mantras pero sí le conviene a su entorno que aspira a hacer jugosos negocios. Constantemente le echan la carnada a inversionistas americanos y a cubanos, algunos de los cuales creen que son muy brillantes y no distinguen la diferencia entre hacer negocios en un estado de derecho versus uno que solo respeta la fuerza y las conexiones entre los que mandan. Pero son lo suficientemente presumidos y/o ambiciosos para creer lo que les gusta y abogar por una apertura no a la libertad sino al neo-fascismo.

7- El pueblo cubano está harto pero tiene varias debilidades y vías de escape. Primero, las famosas visas de residente—otorgadas principalmente para quitarle presión a la caldera--. Segundo, las remesas y viajes de ayuda a los familiares. Tercero, el envejecimiento de la población y la crisis poblacional de Cuba cuya juventud va en picada. (ver Población decreciente en http://www.futurodecuba.org/). Egipto cuenta con un 60% de población menor de 18 años. No hace falta decir más: Los jóvenes siempre han sido y serán los que inician las rebeliones. Cuarto, la sustracción de bienes supuestamente del estado (supuestamente porque se los robó) que nutre el mercado negro y completa el mísero salario.

8- La seguridad cubana no está compuesta por genios ni mucho menos pero en una isla y con el ambiente descrito puede infiltrar la oposición interna y externa con facilidad. Y al igual que los gobiernos extranjeros espera acontecimientos, o sea, la muerte de los Castros y el traspaso del poder para entonces implementar a fondo otros planes.

Económicos:

1- Sin duda la economía castrista está en estado comatoso. No es noticia excepto que el sistema de chantaje y extorsión al exilio ya no es suficiente y las vivezas cubiches de sacarle dinero a los rusos y ahora al tarado de Chávez no tienen futuro. Hasta Chávez tiene sus límites.

2- El despido masivo iniciado por Raúl Castro junto a la ‘autorización’ para subsistir forrando botones, limpiando zapatos, etcétera es una muestra de la falta de sentido de la realidad de los geriatras y de su incompetencia para poner en marcha algo que no sea la extorsión. No hace falta ser un experto en el tema para entender que esto no va a ninguna parte y peor aun restringe las posibilidades de sustracción y de provisión al mercado negro. Están apretando aún más a la población y el resultado económico será cero porque no tienen capital, experiencia, ideas, o capacidad ejecutiva para hacer nada constructivo.

3- El elemento más joven e inteligente lo sabe de sobra y sabe también que con ese sistema, una transición a la rusa no se produce. Rusia montó un tinglado reformista que al principio fue sincero para luego descender a un sistema de oligarquía económica. Se produjo porque hubo inversión extranjera y traspaso de tecnología a la atrasada industria rusa en particular la extractiva.

4- Dadas las circunstancias actuales---a no ser que encuentren petróleo en cantidades enormes—no se ve cómo van a lograr inversiones importantes. Para llegar a este objetivo y conservar la influencia los represores y cuadros más inteligentes tendrían necesidad de estimular un movimiento popular que abriese el país a la inversión y estar organizados para capturar y controlar dicho movimiento en los aspectos político y económico.

5- Se capturaría mediante alianzas previas con inversionistas interesados, con ambiciosos y con gobiernos deseosos de proteger sus intereses. Esas alianzas pueden generar cuantiosas inversiones y apoyos políticos. No dudamos que ya andan en estos teje manejes. El problema es ejecutar y controlar. Para ejecutar hay que contar con la pasividad americana e intentarían conseguirla con la promesa de controlar el éxodo masivo de cubanos a cambio de elecciones y reformas pues habrá que vestir el muñeco para hacerlo presentable.

6- El asunto no es fácil pues soplan vientos de libertad y una vez iniciado el proceso puede salírseles de madre en cualquier momento. Pero de que existen intereses dispuestos a apoyar lo anterior no hay duda. Cosas similares las vemos a diario en el mundo. Y pueden estar seguros de que ejércitos de ‘mediadores’ y componedores de bateas van a salir a la palestra si se presenta la ocasión.

7- Aún con ese sistema de traición planeada, a la larga Cuba saldría adelante económicamente pues la ubicación geográfica y la riqueza intrínseca de la isla que puede mantener una población de 60 millones la hace muy deseable. No es tan difícil en concepto: Un gobierno justo que respete a sus ciudadanos, la propiedad, y estimule la inversión y el ahorro es la respuesta. Sobre el cómo se escribe mucho y eso es tema para otros artículos.

8- Políticamente también saldríamos adelante pues con el desarrollo el pueblo no dependería del estado, vendría la libertad, se sinceraría el proceso político y crearíamos un gobierno justo. Lo difícil será ejecutar y vencer el lastre castrista que heredamos y los intereses espurios de modo que no retrasen la verdadera libertad.

La esperada explosión social:

A Raúl Castro y comparsa se les está pasando la mano. Pero en su arrogancia piensan que dada la demografía que explicamos y las debilidades del pueblo una verdadera explosión espontánea de carácter nacional es posible pero no probable. Esto solo se sabrá en su momento pero hay otra posibilidad que debemos analizar:

Una explosión popular incitada por una facción del status quo que la use para derrocar a otra y pescar en río revuelto. (Caso Rumano en que la seguridad vendió a Ceacescu) Igualmente probable es un arreglo negociado con los EE.UU. post los Castros con una promesa de mantener el orden.

¿Qué hacer?

Mantener los pies en la tierra y no dejarse llevar por lo que querríamos que pasase y aplicarlo a cualquier movimiento. Analizar y mantener la presión por libertad verdadera. Y sobre todo: Enfocar el esfuerzo en lo malo probable para evitar que pase. El tema del embargo, los viajes y las remesas se enfoca como ayuda para mantener al régimen y ello es cierto pero hay mejores puntos:

Es ayuda apara facilitar la transición a una oligarquía corrupta.

Hay que anticipar acontecimientos en nuestro discurso e insistir en el tema del momento. De lo contrario se presenta al exilio como un conjunto de señores vengativos y amargados. El régimen es débil y sólo maneja bien la propaganda. Destruirla es esencial. Presentar al mundo cualquier maniobra también lo es. Pero hay que empezar por concentrar y resumir: Tras 50 años de tiranía. Transición a la rusa: No. Herederos del Faraón: Tampoco. Componendas neofascistas con mandones: Absolutamente no

La situación mundial favorece este tipo de slogans que son instintivamente entendibles por todos. ¡Usémoslos!

domingo, 13 de febrero de 2011

Azucar en Cuba? - El desastre del socialismo.

Cuba liberaliza las ventas de azúcar
Medios estatales dijeron que la medida tiene por objeto apoyar a pequeñas empresas, como restaurantes.
El gobierno de Cuba anunció la liberalización de la venta de azúcar, tras de décadas de subvencionar su precio.
"El país ha decidido incorporar gradualmente al sistema de ventas liberadas los productos azúcar refino a granel (blanca) y azúcar crudo a granel (prieta)", publicó el periódico Juventud Rebelde citando una resolución del Ministerio de Comercio Interior.
Los medios estatales dijeron que la medida tiene por objeto apoyar a pequeñas empresas -como restaurantes- tras la decisión del presidente Raúl Castro en octubre del año pasado de abrir la economía a la empresa privada.
"La venta liberada de azúcar -en su variante refino y crudo- era una decisión necesaria y esperada, sobre todo para el buen desenvolvimiento del sector cuentapropista (privado)", destacó Juventud Rebelde.
Cuba ha emitido unas 250.000 licencias para abrir nuevos pequeños negocios privados y así poder absorber a los 500.000 empleados estatales que serán despedidos para recortar los gastos del Estado.
clic Vea también: Ochenta mil cubanos piden trabajar por cuenta propia
Azúcar, arroz y la libreta

Durante décadas los cubanos han tenido acceso al azúcar a un precio bajo garantizado por el Estado.
Durante décadas los cubanos han tenido acceso al azúcar a un precio bajo garantizado por el Estado mediante la libreta de racionamiento, el sistema de abastecimiento de alimentos que utiliza el gobierno desde 1962 para proveer de productos alimenticios subsidiados a la población.
Actualmente la cartilla distribuye productos básicos como frijoles, azúcar, pollo, pescado, huevos, café, aceite, pan y arroz.
Sin embargo, a partir de ahora, azúcar y arroz se venderán en tiendas y supermercados con un aumento en los precios. Pero ninguno de los dos ha sido retirado aún de la libreta.
Según el corresponsal de la BBC en Cuba, James Lee, "los cubanos aún podrán comprar una cantidad limitada a una tasa subsidiada con la libreta de racionamiento. Pero estos también serán progresivamente eliminados".
Según reportó el diario, la libra de azúcar refino se cotizará a 8 pesos (US$.36), mientras el azúcar cruda valdrá 6 pesos cubanos (US$.27). Su precio actual en la cartilla de racionamiento es inferior a US$.01.
El diario reportó también un aumento en el precio liberado del arroz de importación de 3.50 a 5 pesos cubanos (de US$.15 a US$.25).

jueves, 3 de febrero de 2011

Hasta cuando se manipularan los mercados.

El azúcar se dispara por Yasi

Queensland trataba de recuperarse de las inundaciones de principios de año.

El ciclón Yasi, que ha causado destrozos en Queensland, Australia, hizo saltar el precio del azúcar sin refinar a cifras récord en las últimas tres décadas.

El miércoles, el precio aumentó 4% para cerrar en 35,31 centavos de dólar por libra, pero esta se llegó a cotizar en 36,11 centavos de dólar.

Australia es el tercer principal exportador de azúcar en el mundo y Queensland es el estado responsable de casi la totalidad de las exportaciones de azúcar del país.

clic clic Vea la galería de imágenes: El ciclón Yasi arremete contra Australia

Y la preocupación por los destrozos causados por Yasi se suma además a los problemas causados por las inundaciones en Brasil, el mayor productor de azúcar del mundo.

El récord en el precio del azúcar se produce además en momentos en que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los precios de los alimentos también alcanzaron un máximo histórico por séptimo mes consecutivo.

Escasez en Bolivia
El aumento en el precio del azúcar coincide además con problemas de desabastecimiento en países como Bolivia.


Bolivia atraviesa desde hace varias semanas desabastecimiento de azúcar.
El gobierno de la nación sudamericana, sin embargo, prometió que en las próximas semanas quedarán solucionados los problemas de desabastecimiento de azúcar, gracias a la importación de "importantes" volúmenes del producto.

"No estamos atravesando una crisis del azúcar, lo que pasa es que la especulación ha provocado un temporal desabastecimiento de este producto", dijo el director de las Autoridades de Fiscalización de Empresas, Oscar Cámara, según reportó la Agencia Boliviana de Información.

La agencia de noticias también informó que a partir de este año, "el gobierno almacenará cerca a 1,5 millones de quintales de azúcar para prevenir la escasez e impedir incrementos del costo".

De acuerdo con el presidente Evo Morales, el desabastecimiento de azúcar en el país es una de las consecuencias del cambio climático.

Pero también hay otras causas. En agosto de 2009 la revista británica The Economist ya hacía notar una fuerte caída en la producción de azúcar en India, el segundo productor mundial, luego que los agricultores decidieran cultivar menos caña "tras la caída de los precios, en parte como respuesta a una prohibición a las exportaciones en ese país".

Alimentos
Se trata del nivel más alto (tanto a nivel real como nominal) desde que la FAO comenzó la medición de los precios alimentarios en 1990

FAO
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), por su parte, informó que los precios de los alimentos volvieron a registrar, en enero, un récord histórico por séptimo mes consecutivo.

clic Lea: Temen más aumentos de los alimentos en 2011

"Se trata del nivel más alto (tanto a nivel real como nominal) desde que la FAO comenzó la medición de los precios alimentarios en 1990. Los precios de todos los grupos de productos básicos controlados registraron fuertes subidas en enero, excepto para la carne, que permanecieron invariables", explicó en un comunicado la organización.

De acuerdo con el economista de la FAO Abdolreza Abbassian, el nuevo informe muestra con claridad que los precios no ceden a la presión alcista y advirtió que en los próximos meses la situación podría persistir.

"El alza de precios de los alimentos supone una grave preocupación, en especial para los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos que pueden tener dificultades en financiar sus importaciones alimentarias", señaló el experto.

martes, 18 de enero de 2011

El desempleo en una dictadura comunista.

Despidos y despedidas
Yoani Sanchez
Era abogada en una empresa de Camagüey, hasta que el día de los Reyes magos le entregaron no un regalo sino el acta de su despido. Descorazonada, se llevó a casa el vaso plástico con el que tomaba agua en el trabajo y aquella planta de hojas pequeñas que adornaba su buró. En un primer momento, no supo cómo contarle al marido que ya no tenía empleo, ni siquiera llamó a sus padres para decirles que a su “niña” la habían dejado fuera con el nuevo reordenamiento laboral. Soportó y calló mientras comía en la noche y el noticiero nacional hablaba con optimismo sobre el nuevo camino para lograr la eficiencia. Sólo acostada y en la penumbra de la habitación, le explicó a él que no pusiera el reloj despertador, porque al otro día no tendría que levantarse temprano. Su nueva vida, sin trabajo, había comenzado.
Después de recortar la plantilla, el administrador de aquel centro camagüeyano contrató los servicios de un bufete colectivo para que lleve los temas legales. Si antes la solícita abogada se ocupaba de todo el papeleo jurídico por sólo 500 pesos mensuales (menos de 25 USD), ahora la empresa debe abonar unos 2 000 pesos para recibir la asistencia desde una institución externa. La aritmética atormenta a la jurista desempleada, pues ni siquiera le queda el consuelo de que su despido sirvió para hacer más rentable la empresa. Para colmo, los empleados más confiables políticamente o más cercanos en amistad al director se quedaron en sus puestos. Lograron salir airosos declarando sus ineficaces plazas de burócratas como si en realidad estuvieran directamente vinculadas a la producción. De ahí que el secretario general del PCC aparezca ahora –ante los ojos de los posibles inspectores– como si fuera tornero, cuando todos saben que vegeta detrás de una mesa llena de documentos atrasados y amarillentos.
Sin embargo, lo que más angustia a esta mujer que ha caído en el paro no es el futuro de su empleador estatal, sino el rumbo que su vida personal tomará. Nunca ha hecho otra cosa que llenar actas, componer contratos, enmendar declaraciones. Sus diecisiete años de vida profesional los apostó a trabajar para ese patrón gubernamental que hoy la ha dejado en la calle. No sabe nada de peluquería, ni de las artes de una manicura como para abrir su propio salón de belleza; apenas si ha aprendido a manejar una computadora y no habla ningún otro idioma. Tampoco tiene un capital inicial para abrir una cafetería o invertir en la crianza de cerdos; lo único que se le da bien es analizar decretos de leyes, encontrar los intersticios en los artículos jurídicos. En el caso de ella, el despido es la despedida de su vida laboral, el regreso al fogón, la dependencia al hombre que todavía conserva su empleo; es el silencio perenne de aquel reloj que antes sonaba a las seis de la mañana.

Una historia de Tabaco.


Las manos se mueven seguras, veloces, apenas tienen 30 segundos para colocar en la parte inferior de la mesa los tabacos que irán hacia el mercado negro.
Dos cámaras panean el salón donde las olorosas hojas se enrollan y terminan en cajas con el nombre de Cohiba, Partagás, H. Upmann. Cada ojo de vidrio gira 180 grados, dejando –por muy breve tiempo– una zona ciega, una estrecha franja de torcedores sin vigilancia. Buen momento para poner fuera de las vista de los supervisores aquel lancero o ese robusto, que después será vendido al margen del mercado oficial. Otro empleado se encarga de pagar a los custodios para lograr sacarlo del recinto y en veinticuatro horas su fuerte aroma ya estará en las calles.
Cuando mis estudiantes de español me preguntan sobre la calidad de los tabacos que se venden “por fuera”, bromeo diciéndoles que en el interior de dichas cajas bien podrían encontrarse el periódico Granma enrollado. Sin embargo, también sé que una buena parte de esa oferta clandestina es sacada de los mismos lugares institucionales donde se confeccionan los que se exhiben en las tiendas legales. Tres de cada cinco habaneros, en caso de ser interpelados, se vanagloriarán de conocer a un verdadero torcedor que consigue puros auténticos y frescos. El negocio de la nicotina involucra a miles de personas en esta ciudad y genera una red de corrupción y ganancias de incalculable tamaño. Su reto es que el producto final se parezca al que comercia el Estado, pero cueste tres o cuatro veces menos.
Entre las proposiciones más comunes que reciben aquí los turistas se escuchan aquellas de “¡Mister, cigars!”, “¡Lady, habanos!”que les lanzan en cada esquina. Al menos, no resulta tan chocante como cuando el proxeneta les susurra un catálogo que incluye “Chicas, Chicos, Chicas con Chicos”. Así la secuencia que comienza en la fábrica, en esos 30 segundos en que el lente de la cámara mira hacia otro lado, termina en un extranjero pagando por veinticinco tabacos lo que de otra manera sólo le alcanzaría para comprarse un par. Todos salen felices: el torcedor, el custodio, el vendedor ilegal y … ¿el estado? bueno… ¿a quién le importa?

domingo, 16 de enero de 2011

Memorias de La Habana.

En el Ten Cent de Galiano y San Rafael de la Habana, aqu aprendimos a comer los batidos de chocolate y los Banana Splits......

Me recuerdo las tostadoras de pan que eran unas esteras que daban vueltas tostando el pan todo el tiempo.

Los sandwiches de egg salad, etc. Increible que solo mirar un viejo menu pone a funcionar la memoria de un cubano.

Saludos,
PLP

sábado, 15 de enero de 2011

RECUENTO DE OTRO SACRIFICIO.

Un balance necesario
Fernando Ravsberg 2011-01-06, 10:48

Hacer una síntesis de lo acontecido en Cuba en el 2010 no es una tarea fácil, son tantas cosas que la realidad resulta inabarcable en un solo post. Trataré de separar la paja del trigo, los hechos del discurso y los deseos de los resultados.

Siguiendo esa línea tal vez lo más destacado sea el tema de los Derechos Humanos. Empezamos el año con la disidencia concentrada en el tema de los presos políticos y la muerte de uno de ellos en una huelga de hambre.

Inmediatamente después se inicia otra huelga reclamando la liberación de 26 presos enfermos. Raúl Castro da un viraje total, dialoga con la Iglesia Católica y acepta liberar a los 52 prisioneros de conciencia condenados en el 2003.

No solo duplica el número de excarcelaciones solicitado por la disidencia sino que lo amplía a todos los presos políticos y así abandonan las prisiones otros reclusos que también cumplían condenas por acciones pacíficas.

Incluso los violentos fueron beneficiados, se conmutó la pena de muerte a todos los condenados y los tribunales ni siquiera pidieron "paredón" para Francisco Chávez, el salvadoreño que reclutaba mercenarios para dinamitar objetivos civiles en Cuba.

Mientras, la economía cambiaba de forma radical, comienza el despido de 500 mil empleados públicos y la apertura del trabajo por cuenta propia. Un proceso que, en 5 años, se extenderá hasta abarcar a 1.8 millones de trabajadores.

Esta medida, junto al fin de las gratuidades y subvenciones, transformará la sociedad. El hecho de que los cubanos reduzcan su dependencia del Estado, podría ser el primer paso hacia el nacimiento de un ciudadano más autónomo.

Los peluqueros dejaron de ser empleados estatales, haciéndose cargo del negocio en forma de cooperativas y se creó la primera empresa de taxis en la que los choferes alquilan los vehículos y los trabajan según su propio criterio.

Desaparecen más prohibiciones, se autorizó a la población a construir sus viviendas, ampliarlas y repararlas. Así mismo se anuncia que permitirán la compra-venta de casas y automóviles, medidas largamente reclamadas por los cubanos.

Los cambios macroeconómicos comienzan a mostrar resultados, la economía crece y también crecen las exportaciones, aumenta la productividad, se ahorran decenas de millones de dólares en combustible y se reduce el mercado negro.

En la agricultura los campesinos logran poner a producir la mitad de las tierras que se les entregó y lo hacen a pesar de que el Estado no les dio los créditos prometidos ni les vendió las herramientas e insumos necesarios para trabajar.

Los guajiros cortaron el marabú a machete, compraron el alambre de cercar a precio de mercado negro y vieron como se siguen destruyendo sus cosechas en los infinitos traslados organizados por Acopio, el sistema estatal de distribución.

Al campesino más no se le puede pedir si le atan las manos con "Resoluciones y Regulaciones" del Ministerio de la Agricultura, fríamente pensadas en las oficinas climatizadas del enorme edificio que ocupa, muy cerca de la sede del gobierno y demasiado lejos de los campos.

Los "mecanismos" burocráticos que allí crean o avalan impiden a los campesinos comprar vehículos, tractores o sistemas de riego. Ni siquiera es muy legal montar una fabriquita de conservas para salvar las cosechas que Acopio abandona en los caminos.

Así que en el 2011 seguiremos comiendo, como los ricos, alimentos importados. Por suerte el gobierno cambió sus relaciones con el Tercer Mundo, transformando la desinteresada solidaridad cubana en un intercambio Sur-Sur, beneficioso para ambas partes.

El crecimiento de las exportaciones tiene que ver con las decenas de miles de especialistas -médicos, enfermeros, ingenieros, arquitectos, agrónomos, técnicos deportivos- que trabajan en los 5 continentes y representan ya el mayor ingreso económico del país.

La diversificación del comercio internacional multiplicó opciones y surgieron incluso inversiones cubanas: un lujoso hotel en China, varios laboratorios en África, una empresa hidráulica en el desierto, la fábrica de helados "Coppelia" en Angola y hospitales por doquier.

Pero el cubano de a pie no acaba de creerse que esta vez los cambios sean de verdad, profundos y sobre todo irreversibles. Será por eso que la gente transitó el 2010 sin grandes cambios de mentalidad y mucho menos de actitud.

Y es lógico que piensen así los cientos de miles que serán despedidos. Ahora para trabajar por su cuenta les cobran licencia e impuestos desde el primer día, tal y como si los US$17 al mes que les pagaba el Estado hubiera sido suficiente para acumular capital.

Durante los debates sobre la reforma económica, muchos cubanos consideraron que lo más prudente era callar. A pesar de los llamados del presidente pidiendo franqueza, pocos perciben que desde el poder se aprecie el valor de la crítica ciudadana.

En mi barrio tampoco han cambiado las cosas, el carnicero se robó el pollo de mis vecinos y lo revendió en el mercado negro y un poco más lejos un bodeguero hizo lo mismo con los frijoles. Sin embargo, absolutamente nadie reaccionó.

Pero seamos optimistas y apostemos a que en el 2011 -en la taquilla de la terminal de trenes, en la reunión de la cooperativa o en la cola de la panadería de mi barrio- aparecerá una Rosa Parks que con un simple "no" pondrá todo en su lugar.

CRIMEN COMUNISTA SIN RESPUESTA

"... las verdades que se callan..."

Nelly López es una madre destruida por la muerte de su hijo, Fernando Comas, paciente del hospital psiquiátrico de La Habana. Lleva un año esperando una explicación oficial pero solo recibe los más espantosos rumores.

Con la voz entrecortada por el llanto nos cuenta que vive en la incertidumbre, dice que ha preguntado a todos pero nadie le da una respuesta sobre la muerte de ese hijo, enfermo mental desde niño y "que era lo que más quería".

Busca la verdad por cruel que sea y es deber de las autoridades informarle sobre el crimen y las medidas legales tomadas contra los asesinos. Sin embargo, tiene ya 78 años y lo más probable es que muera con la duda clavada en el pecho.

Los familiares de las víctimas son los que más derecho tienen, pero no son los únicos que exigen una explicación. En el blog de la Joven Cuba, escrito en la universidad de Matanzas, califican este asunto como una deuda pendiente del gobierno con la ciudadanía.

Se trata de jóvenes revolucionarios que reclaman públicamente "explicarle al pueblo (a medida que avancen las investigaciones) lo ocurrido en el hospital psiquiátrico de Mazorra y las medidas que han tomado con los responsables".

Incluso el periodista y agente de la Seguridad del Estado de Cuba, David Orrio, conminó a los medios nacionales a investigar el caso. Hace un año expresó su "sospecha fundada" por algunas contradicciones que aún no han sido aclaradas.


Evidentemente no es una campaña de la "mafia de Miami", del "imperialismo" o de las "multinacionales de prensa". No, es un reclamo de todos los cubanos que conozco, sin excepción y en primer lugar de los familiares de la victimas.

Me han pedido que no utilice la palabra "crimen" pero no se me ocurre otra que defina mejor la acción de matar de hambre y frío a enfermos mentales para robarles. Es un acto tan cruel que nadie debería beneficiarlo con palabras atenuantes.

Se trata de más de 30 cubanos asesinados por especuladores sin alma, pero lo más grave es que ocurrió bajo la mirada de los vecinos del barrio, del personal médico, de los líderes sindicales y de los militantes del partido y la juventud comunistas.

Por eso a muchos ciudadanos no les basta con que vayan a prisión los principales responsables. Creen que la forma de evitar que algo así se repita es mediante un análisis profundo del que se haga participe a toda la sociedad.

Algo de razón llevan porque la justicia más eficaz es la preventiva, la que genera conciencia en la ciudadanía y temor en los potenciales delincuentes, algo que solo se logra cuando las sanciones -legales y morales- son del conocimiento público.

Sin embargo, hasta ahora solo hay rumores contradictorios. Sobre el principal implicado, por ejemplo, unos dicen que fue condenado a 10 años de prisión, mientras otros aseguran haberlo visto en el noticiero de la TV abordando un avión para Venezuela.

Al cumplirse un año del cruel suceso y tratando de obtener una versión oficial de las autoridades sobre el desarrollo de las investigaciones y las medidas legales adoptadas, solicité entrevistas con los ministerios de Salud Pública y de Justicia.

Nunca nos respondieron pero dirigentes políticos municipales visitaron a algunos familiares de los muertos y a sus vecinos para "orientarles" que no nos den más entrevistas porque somos "contrarrevolucionarios" interesados en difamar a Cuba.

No tuvieron mucho éxito, los ciudadanos -incluso un miembro del PCC- volvieron a hablar con nosotros aunque esta vez de forma anónima. Denunciaron las presiones, ratificaron que siguen sin información y nos pidieron que continuáramos escribiendo sobre el crimen.

Es que en este caso el "secretismo" tiene muy pocos partidarios. El hecho de que incluso los revolucionarios cubanos pidan públicamente una mayor trasparencia, es un buen termómetro para medir el costo político que se está pagando por el silencio.

Al parecer se empieza a cumplir la sentencia del filósofo Friedrich Nietzsche en la que nos advertía que "todas las verdades que se callan se vuelven venenosas".