viernes, 5 de junio de 2009
MI ADORADO DUENDE
From: PLPazucarero@aol.com
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Esta corta historia fue escrita alla por el año 2000,
MI DUENDE..... / Un Cuento de Amor.
Un dia...., dentro de un profundo sueño y creyendome allá....
en aquella, la hermosa isla de Cuba de mil años atras encontré
a mi duende.
Chiquitita y bien vestida con lazos blancos de espuma,
y un lindo abanico chino en sus manos.
Cayó desde lo mas alto en la noche junto a mi.... y yo,
me detuve a recogerla.
Lo hice con mucho cuidado, como quien recoge una estrella fugaz....
o a un dulce duende.
Al tocarla, aquel duende posesivamente se apoderó de mi,
de inmediato haciendose la dueña de mis manos.
Tranquilita y para engañarme se quedó como dormida.....
aunque todos sabemos que los duendes no duermen,
pués solo tratan de confundirnos, cerrando sus ojos
para inventar y hacernos imaginar sus fantasticos cuentos
al final de la noche.
Ella, mi dulce duende al poco rato en su letargo
me aseguró que nada conocia de mi....
que sentia pavor, pero en ese momento yo....
hablándole suavemente, la convencí que ambos,
el viento y yo,
esperabamos hacia mucho de sus lindos cantos
y que juntos, el viento y yo....
silenciosamente escucharíamos las notas sonoras
saliendo de su su tan chiquitita boca.
A lo lejos, hermosos pájaros coloridos
batieron sus alas volando suavemente.
Invitados por mi para llegar a la fiesta del hermoso duende,
susurraban al viento con sus trinos
y se protegian de la lluvia
bajo frondosos árboles de caoba negra,
en aquel místico y milenario bosque cubano.
En el bosque, mi duende me contó de sus aventuras
y por entonces siendo ya casi mi amante,
me aseguró que sus besos eran mas dulces que yo.
Y eso si que es dificil, pues corren por mis venas
torrentes de sangre fuerte de mi isla del Caiman,
con una empalagosa mezcla purpura de jugo de azucar.
Despues de esa noche escapamos hacia lo alto,
hacia el cielo, hacia un imaginario espacio sideral
mi duende y yo.
Ella desde el comienzo se convirtió en mi dueña
robando todos mis lienzos emocionales,
bañándome con sus húmedas lágrimas de azul
retocó de pintura las telas, con delicados pinceles
en colores pastel; azul, rosa, rojo y verde.
Acentuó su espíritu brillante junto al mio,
que en esa época se encontraba siempre apagado,
triste y gris.... Extasis....
todo continuó con poemas emanados de mi alma
y con las locuras fisicas de nuestro intenso amor,
asi fueron aquellos bellos momentos disfrutados
por mi duende y yo.
Despues del amor, aturdido adormecí,
y entonces.... tristes los pájaros volaron de vuelta a su nido,
finalizando aquella dulce y colorida aventura
en lo mas profundo del bosque cubano.
Yo dormía profundamente
cuando el precioso duende desapareció,
esfumándose bien tempranito de mañana.
Aun no concibo la razón por la cual se fué,
no sé.... quizá ocurrió como con todas las demás,
siempre escapando a mis dulces caricias,
a mis tiernas palabras,
silenciosamente escabullendose,
aprovechando lo profundo de mis sueños
y la tranquilidad de la bruma matinal.
Yo aqui he quedado una vez mas, solitario,
en este esquizofrénico mundo dulce de mi azucar.
Anhelando lo hermoso y húmedo de aquellas
tibias lágrimas de azul, de aquella,
mi tan dulce niña, mi adorado duende.
Adios y gracias amor!.
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